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Este domingo, la capital sinaloense fue escenario de una de las protestas más grandes en su historia reciente, cuando miles de ciudadanos se reunieron para exigir justicia y poner fin a la ola de violencia que azota la región. La marcha, que comenzó a las 10 de la mañana, estuvo marcada por consignas como “Queremos paz, queremos paz” y “Fuera Rocha, fuera Rocha”, en demanda de la renuncia del gobernador Rubén Rocha Moya.
La manifestación, que reunió a familias, víctimas de la violencia y colectivos de búsqueda, se originó en respuesta a la crisis de inseguridad que se ha intensificado desde septiembre, cuando estalló un conflicto armado entre dos facciones del crimen organizado. Los asistentes, muchos vestidos de blanco y portando globos del mismo color, expresaron su rechazo a la violencia que ha dejado más de 700 muertos desde que comenzaron los enfrentamientos entre Los Chapitos y Los Mayitos, dos grupos delictivos asociados al Cártel de Sinaloa.
La marcha culminó con una protesta frente al Palacio de Gobierno, donde los manifestantes exigieron al gobernador que saliera a escucharlos. A medida que la protesta avanzaba, algunas personas intentaron ingresar al edificio, causando daños a las puertas y forzando los accesos. Desde las terrazas, otros continuaron con su manifestación mientras coreaban frases como “Gobierno corrupto” y “El pueblo está de luto”.
Este evento se suma a una serie de protestas en Sinaloa, incluida una en días previos, tras la tragedia ocurrida el 23 de enero, cuando un ataque armado en Culiacán resultó en la muerte de dos niños y su padre. El asesinato de los menores, Gael y Alexander, ha simbolizado el sufrimiento de la población debido a la creciente inseguridad, y la manifestación fue una muestra del rechazo generalizado ante la falta de acción por parte del gobierno estatal.
Los participantes no solo exigieron justicia por los niños, sino también un alto a la violencia en la región. Durante la protesta, algunos quemaron una piñata con la imagen del gobernador, lo que se convirtió en un acto simbólico para expresar su malestar. “¡Fuera Rocha!” y “Sacaremos a ese güey de Sinaloa” fueron algunos de los gritos que resonaron en las calles, reflejando el enojo de los ciudadanos que temen por su seguridad en un estado que, desde septiembre, ha sufrido más de 600 homicidios.
La situación se ha complicado aún más por los antecedentes del gobernador, cuya relación con el narcotráfico ha sido objeto de controversia, especialmente tras las declaraciones de Ismael “El Mayo” Zambada, quien afirmó que se reuniría con Rocha el día de su captura. Estos hechos han avivado la desconfianza en las autoridades y generado un fuerte malestar entre la población, que exige respuestas claras y efectivas ante la violencia desatada.
La protesta en Culiacán refleja la creciente presión de los ciudadanos sobre el gobierno estatal para que asuma su responsabilidad en la crisis de seguridad, ponga fin a la violencia y rinda cuentas ante las tragedias que han marcado la vida de Sinaloa.