La Desaparición de examen Comipems podría aumentar desigualdades entre el sector de jóvenes que buscan ingresar al bachillerato pues la medida de asignar escuela con base en el código postal de aspirantes podría suponer prácticas discriminatorias, advierten investigadores de la Ibero.
El Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE) de la Universidad Iberoamericana, advirtió sobre una serie de riesgos que podrían derivar de esta decisión, incluyendo un aumento en las desigualdades si se asignan escuelas con base en el domicilio de las y los aspirantes.
La desaparición de prueba Comipems –agrega--también puede derivar en falta de coordinación entre instituciones, y saturar escuelas comprometiendo la calidad educativa.
El pasado viernes la Presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, informó la cancelación del examen de Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior (COMIPEMS) correspondiente al periodo de 2025 y afirmó que garantizará el derecho a la educación en este nivel educativo en la metrópoli.
Esta medida formará parte del nuevo Plan Integral del Sistema Nacional de Bachillerato de la Nueva Escuela Mexicana en la que se crearán 200 mil nuevos lugares en preparatorias en todo el país, comenzando en 2025 con la apertura de 40 mil espacios a partir de la construcción de 20 nuevas preparatorias, la ampliación de 30 y la reconversión de 35 planteles de secundaria.
El profesor investigador del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (INIDE) Luis Antonio Mata Zúñiga, advierte que con la desaparición de la prueba Comipems podrían prevalecer prácticas discriminatorias o la selección basada en criterios arbitrarios, perjudicando a estudiantes de sectores vulnerables.
“Como es el caso de la asignación de opciones educativas y planteles basados únicamente en el código postal de los aspirantes, lo que reproduciría desigualdades de base afectando negativamente las trayectorias de miles de jóvenes”, alerta
INCERTIDUMBRE Y SATURACION
El académico de la IBERO también se refirió a la decisión de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de seguir aplicando una prueba de admisión, y recordó que los planteles de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) y del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH), pertenecientes a esta institución, representan la primera opción para más del 50% de las y los aspirantes a estudiar el bachillerato en el sistema público.
Sin embargo solo 2 de cada 10 solicitantes ingresan a estas escuelas de la UNAM.
“La falta de un mecanismo centralizado podría derivar en la falta de coordinación entre las instituciones y mayor incertidumbre para los aspirantes, sobre todo si los bachilleratos de la UNAM quedan fuera de esta reorganización”.
El experto también cree que sin un sistema que regule el ingreso, existe el riesgo de saturar algunas instituciones, “lo que podría comprometer la calidad de la educación”.
Por ello, llamó a garantizar las condiciones estructurales mínimas en los planteles, “tales como una infraestructura adecuada, condiciones laborales justas para sus docentes, y una correcta evaluación de los planes y programas de acuerdo con su pertinencia”, toda vez que la eliminación de la prueba Comipems no soluciona en sí las deficiencias en los modelos educativos.
El profesor universitario señaló que la desaparición de la prueba Comipems debería ser entendida como parte de un proyecto integral de política pública educativa que se complete con otras medidas como la ampliación y creación de más escuelas, especialmente en zonas de alta demanda, sin descuidar las zonas pequeñas y de difícil acceso, garantizando el derecho a la educación sin comprometer la calidad educativa.
Dijo que el fortalecimiento de la educación básica es esencial para abordar las desigualdades desde las primeras etapas del sistema educativo, asegurando que los estudiantes cuenten con mejores oportunidades para ingresar a la educación media superior.