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El caso del bebé que nació y fue abandonado en la vía pública en el municipio de Tultitlán, no debe ser aprovechado por quienes están a favor del aborto, rechazó la Iglesia Católica de nuestro país, al defender la inocencia de quienes no se pueden defender.
En la editorial “Los bebés no tienen la culpa”, publicado en el Semanario “Desde la Fe”, la jerarquía católica del país enfatizó -de manera particular en el caso del bebé abandonado-, estableció que la interrupción del embarazo, “es una práctica en la que hay una muerte, la del ser humano en desarrollo, legal o no, la muerte es un hecho”.
En este contexto, se estableció que por parte de los jóvenes padres del menor, los llevó a actuar así, el miedo a un futuro incierto, ante una sociedad que cada vez es menos solidaria.
Hay publicidad engañosa, que hace creer que el aborto es un derecho, y que no pasa nada, que, es como tirar un pedazo de células que invadieron el cuerpo, sin tomar en cuenta que se comienza a formar un ser humano y comienza su desarrollo desde la primera célula que se forma de él.
Contrario a lo anterior, hasta que se ve a un bebé moviéndose, abandonado, luchando por sobrevivir, que la sociedad se da cuenta de un acto de crueldad “somos una sociedad de imágenes, lo que no vemos, no nos conmueve, ¿Cuántos bebés son desechados de la misma manera que se intentó hacer con este?
Pese a lo anterior, se resaltó que hay varias aristas que no pueden pasar desapercibidas, ya que, además de tratarse de un acto de crueldad, también es ilegal, por haberse intentado en meses de embarazo avanzado y en esas circunstancias, la ley protege al ser humano en desarrollo conforme avanza el embarazo.
Asimismo, se destacó el hecho de que los padres del bebé, dos jóvenes que se convierten en padres entran en pánico y no saben cómo enfrentar su futuro con un hijo, “por lo que deciden en su conciencia, despersonalizar a ese ser humano en desarrollo, y deshacerse de él”, se reprobó.
Ante ello, la Iglesia católica resaltó la ignorancia de que existen medios para ofrecerle a ese bebé una vida, oportunidades incluso de tener una familia adoptiva en el caso extremo.
Defensa de los padres
En relación al linchamiento generalizado contra los padres que intentaron deshacerse de su hijo, la Iglesia católica planteó ¿Cuánto de ese problema es culpa de todos nosotros como sociedad?; por no enseñar la verdad a nuestros jóvenes, por enseñar sólo sobre derechos y no sobre obligaciones, por no construir un futuro esperanzador que se fundamente en valores y virtudes, en lugar de un futuro en el que parece que sólo vale el que materialmente tiene algo para presumir.
El planteamiento es que en la actualidad se busca presumir bienes materiales, sin embargo se cuestionó si no un hijo es motivo de presumir, y contrario a ello se ha convertido el embarazo y el tener familia en una amenaza al futuro que “deseamos”.
La vida triunfó
Pese a la adversidad que tuvo que enfrentar el bebé en sus primeras horas de nacido, quien no tuvo la culpa de las circunstancias que orillaron a sus padres a abandonarlo, y en consecuencia no merecía ser desechado así “ ni debería haber generado tanto miedo en los jóvenes padres. La vida triunfó y este bebé sobrevivió a medicamentos y a un abandono momentáneo”.
Ante tales circunstancias, los integrantes de la Iglesia católica en el país hicieron un llamado a la sociedad a valorar la vida naciente, cuidar de nuestros jóvenes, se les haga fuertes, así como , darles esperanza en su propio futuro.