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La indignación estalló en México este martes tras el asesinato del veterinario Héctor Hernández Cañas, ocurrido el 11 de febrero en Tultepec, Estado de México.
El homicidio, presuntamente cometido por los dueños de una perra de raza Yorkshire que falleció tras una cirugía, desató una protesta masiva en el centro de Ciudad de México y otras ciudades del país.
Bajo la consigna “Ni un veterinario más”, miles de profesionales salieron a las calles para denunciar el aumento de la violencia contra el sector. “Si un médico veterinario zootecnista sale a marchar es porque la situación es grave”, advirtió Juan Jorge Avilés, presidente del Instituto Mexicano de Fauna, Flora y Sustentabilidad Social, antes de guardar un minuto de silencio en honor a su colega asesinado.
Amenazas y extorsiones previas al crimen
Según las primeras investigaciones, Hernández Cañas había sido amenazado por los dueños del animal, quienes le exigían 50 mil pesos tras la muerte de su mascota. Cámaras de seguridad captaron el momento en que el veterinario fue atacado con un arma blanca, un video que se viralizó en redes sociales y avivó la indignación colectiva.
Miguel Torres Bautista, veterinario independiente, relató que él también ha sido víctima de amenazas en su consultorio de Ixtapaluca, Estado de México.
“Cuando asesinan al colega Héctor, a mí dos días después me amenazan, entonces también por eso yo decido protestar hoy”, expresó Torres, quien ha documentado al menos 19 homicidios de profesionales del sector desde 2019.
Demandas de seguridad
La movilización, que comenzó en el Palacio de Bellas Artes, avanzó hasta el Senado y el Congreso de la Ciudad de México, donde entregaron un pliego petitorio. Entre sus exigencias destacan la inclusión del médico veterinario en la Ley de Bienestar Animal recientemente aprobada, así como reformas al Código Penal para endurecer las sanciones contra agresiones al gremio.
Además, convocaron a un paro nacional que ha resultado en el cierre de múltiples clínicas veterinarias y guarderías de mascotas. A la manifestación se sumaron estudiantes y profesores de universidades como la UNAM y la UAM, quienes coreaban: “Héctor, hermano, tu muerte no fue en vano”.
La protesta se replicó en al menos 12 ciudades de estados como Morelos, Jalisco, Nuevo León y Coahuila. “No podemos poner un policía en cada clínica veterinaria, pero sí podemos poner conciencia detrás de cada ciudadano”, sentenció Avilés, quien advirtió sobre la creciente vulnerabilidad de los profesionales de este sector.
Con pancartas que clamaban “Quiero ejercer sin temer” y “Veterinarios Unidos”, los manifestantes exigieron respuestas inmediatas para frenar esta ola de violencia que amenaza a quienes dedican su vida al cuidado animal en México.