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Grupos del crimen organizado en las ciudades de Tijuana y Mexicali, en Baja California, han comenzado a echar mano de anestésicos de uso veterinario como la xilacina, y que combinado con el fentanilo provoca efectos de euforia, destaca un informe sobre el uso de sustancias ilícitas, presentado por Clara Fleiz Benítez, coordinadora del grupo de trabajo de Opioides del Seminario de Estudios de la Globalidad, de la Facultad de Medicina de la UNAM, al participar en el Seminario 4 20. “Consumo de drogas sintéticas en la frontera EUA-México”, organizado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Máxima Casa de Estudios.
La especialista subraya que este coctel del fentanilo con el analgésico animal es un fenómeno nuevo en México, del que ya se tienen reportes en Estados Unidos, Puerto Rico y Reino Unido y que ésta ha tenido una introducción casi “silenciosa” entre los potenciales consumidores de distintos tipos de sustancias psicoactivas, fenómeno que va en aumento en Tijuana y Mexicali.
Fleiz Benítez aseguró que adulterar el fentanilo con xilacina probablemente aumenta la euforia y la analgesia inducidas, además de que reduce la frecuencia de las inyecciones. De acuerdo con cifras de la investigación y con registros de junio de 2023 a enero de 2024 por la Comisión Nacional de Salud Mental y Adicciones, en México se atendieron 22 urgencias por intoxicación de fentanilo en: Baja California (7); Sinaloa (6); Sonora y Quintana Roo, dos en cada estado; Morelos, Jalisco, Oaxaca, Tamaulipas y la Ciudad de México, un suceso por cada estado.
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El estudio subraya que por año, las urgencias relacionadas con opioides, sobre la demanda de fentanilo 2024, según la citada Comisión, fueron en 2016, 469 casos; 2017, 422 csos; 2018, 534 casos; 2022, 713 casos y en 2023, 759 casos.
La especialista destaca que “las personas que usaban por vía inyectada la heroína en esta zona de la fvrontera norte, consideradas ciudades epicentro del consumo de fentanilo en México han tenido que adaptarse y reconocer estas sustancias como su color, consistencia y efectos, a lo que se suma un importante incremento en casos de VIH y Hepatitis C”. La también investigadora del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, destacó que con base en el estudio que se centró en casos de Mexicali y Tijuana, el fentanilo se aplica por vía inyectada, fumada y tomada, además de que casi 90 por ciento de las dosis son mezcladas con cristal, donde el 75 por ciento de sus usuarios lo hacen cuatro veces al día. De acuerdo con la investigación, por su intensidad, dos miligramos de este coctel sería suficientes para causar la muerte.
Frente a este panorama, la coordinadora del grupo de trabajo de Opioides planteó retos para las políticas públicas en materia de salud como: prevenir la muerte por sobredosis con naloxona; y promover la recuperación con terapias asistidas con medicamentos como la metadona. El tratamiento tiene que ser voluntario, integral, basado en derechos humanos y la atención de malestares emocionales y traumas.