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Tonatiuh Guillén López, expresidente del Colegio de la Frontera Norte (Colef), comparó al gobierno de Donald Trump con “una hidra antiinmigrante de mil cabezas”

México vive una coyuntura antiinmigrante extrema y radical

El presidente de México, Enrique Peña Nieto, da un discurso.
Tonatiuh Guillén López Tonatiuh Guillén López comparó al gobierno de Donald Trump con “una hidra antiinmigrante de mil cabezas”

Tonatiuh Guillén López, expresidente del Colegio de la Frontera Norte (Colef), advirtió que México vive “una coyuntura antiinmigrante extrema y radical, con Estados Unidos como factor dominante regional”.

El doctor en Sociología e investigador del Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) de la UNAM, -y quien fue director del Instituto Nacional de Migración (INM), durante la pasada administración-, comparó al gobierno de Donald Trump con “una hidra antiinmigrante de mil cabezas”, quien además, recordó busca anular la nacionalidad por nacimiento en Estados Unidos a los hijos de la comunidad latina, una medida claramente pensada contra los “extranjeros” irregulares y su descendencia.

“Con el gobierno de Donald Trump, Estados Unidos ha pasado, como nunca en el último siglo, de la ideología antiinmigrante extrema a la política radical de exclusiones, mientras México es una parte extensa y decisiva de la contención de la movilidad migrante y de refugio hacia Estados Unidos”, señaló.

Ante ello, Estados Unidos ha pasado de la ideología antiinmigrante extrema a la política radical de exclusiones.

Al dictar la conferencia: “Coyuntura antiinmigrante y la relación México-Estados Unidos”, sostuvo que la actual coyuntura es la más excluyente de todos los tiempos, y para varios países y regiones es la situación social más cruda de la historia reciente.

Expuso que previo a 2008, la movilidad regional migratoria (básicamente para mercado laboral) era esencialmente mexicana, pero declinó a partir de ese año y entre el 2010 y 2019 la movilidad predominante provino del norte de Centroamérica; y de 2020 a 2024 hubo una intensa expansión de movilidades y diversidad de orígenes. Posteriormente, la crisis postpandemia debido al COVID-19 ha marcado una contención extrema y una contracción de las movilidades migratoria y de refugio”, informó.

Indicó que “lo normal es no migrar”, pues hay una tendencia estructural de las sociedades hacia la estabilidad, “por eso el parámetro de migración es de solo 3.5% a nivel mundial, pero esa cifra aumenta drásticamente cuando hay algún problema nacional que empuja a las personas a salir de sus sitios de origen, como sucede ahora con Venezuela, cuyas cifras de migración superan el 20%”.

Guillén Guerrero explicó que las movilidades enfrentan siempre un marco de contención jurídico y material, con políticas y aparatos gubernamentales, que actúan ante una condición irregular de las personas.

Se carece de alternativa para las y los deportados

En su oportunidad, Mario Luis Fuentes, investigador del PUED subrayó que la reintegración de las y los deportados a México no está en el imaginario del país y se carece de una alternativa para ellos. “Estamos ante una transformación del mundo a nivel global, las fronteras se están redefiniendo y existe una enorme movilidad humana”.

En México, abundó, desconocemos la heterogeneidad de los deportados, quienes viven con gran incertidumbre, vulnerabilidad, incluso problemas de salud. “No contamos con aparato estatal que los respalde y que sea potente para negociar, por lo que permanecemos vulnerables como país”.

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