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El grupo automotriz multinacional Stellantis enfrenta incertidumbre ante la posible implementación de aranceles del 25 % en las importaciones desde México y Canadá, una medida impulsada por el presidente de EU, Donald Trump, que podría reducir significativamente sus ganancias.
La empresa, propietaria de Jeep, ya atraviesa dificultades tras lo que describió como un complicado 2024.
El grupo franco-italo-estadounidense instó a la administración de Trump a evitar aranceles que afecten de manera desproporcionada a los fabricantes que producen la mayoría de sus vehículos en EU, incluido el gravamen previsto para principios de abril.
El presidente de Stellantis, John Elkann, sostuvo que, en lugar de aplicar aranceles a México y Canadá, la administración estadounidense debería enfocarse en cerrar un vacío legal que permite la entrada de aproximadamente cuatro millones de vehículos sin cumplir requisitos de contenido estadounidense.
“El verdadero impulso para la creación de empleos en EU y la inversión en manufactura es eliminar ese vacío legal, permitiendo que los productos fabricados en México y Canadá sigan libres de aranceles”, afirmó Elkann en una llamada con analistas.
El anuncio de los posibles aranceles se produce justo cuando Stellantis presentó sus resultados financieros de 2024 y emitió un pronóstico moderado para 2025, en medio de la recuperación de las bajas ventas en EU y la búsqueda de un nuevo CEO. “No estamos orgullosos de 2024”, admitió Elkann, quien dirige la compañía mientras se define su nuevo liderazgo.
Industria automotriz en alerta
Los principales fabricantes de automóviles en EU, incluidos Ford y General Motors, han presionado a la administración de Trump para que los aranceles se dirijan específicamente a las automotrices que importan vehículos desde Asia o Europa, en lugar de penalizar a aquellas que han establecido su producción en Norteamérica.
Elkann respaldó el argumento del CEO de Ford, Jim Farley, quien calificó los aranceles a México y Canadá como “una bonanza para los competidores extranjeros” y pidió una política comercial más equilibrada.
Si los aranceles del 25 % se implementan, Stellantis sería una de las empresas más afectadas, ya que produce el 39 % de sus vehículos norteamericanos en México o Canadá, mientras que General Motors fabrica el 36 % y Ford el 18 %, según un informe de Barclays de noviembre.
Ante el riesgo de nuevos aranceles, GM ya ha comenzado a mover inventarios entre fronteras y evalúa estrategias para mitigar costos. “Si los aranceles se vuelven permanentes, habrá que reconsiderar la ubicación de plantas y evaluar posibles traslados”, advirtió el director financiero de GM, Paul Jacobson.