
El vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, visitó este miércoles la frontera con México, desde donde dijo que el gobierno que preside Donald Trump no quiere tener una “relación” negativa con el de Claudia Sheinbaum, pero advirtió que debe tomarse en serio la amenaza de los cárteles de la droga, seis de ellos designados recientemente como grupos terroristas.
“Queremos que el Gobierno mexicano se ayude a sí mismo, y también que en el proceso ayude a los estadounidenses al tomarse en serio a estas organizaciones”, indicó el número dos de la Casa Blanca en una conferencia de prensa durante su primera visita oficial a la frontera sur, a donde viajó acompañado por el secretario de Defensa de EU, Peter Hegseth.
EU designó oficialmente a seis cárteles mexicanos, entre ellos el de Sinaloa y el de Jalisco Nueva Generación, como grupos terroristas a finales de febrero, una polémica medida que ha sido calificada como injerencista por la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum.
Vance precisó ante un grupo de reporteros en Eagle Pass (Texas) que la designación permitirá al gobierno estadounidense desplegar los poderes “plenos” del ejército para asegurar la frontera, pero se rehusó a entrar en detalles sobre qué acciones concretas llevarán a cabo los militares.
“Veremos qué hacer”
Al ser preguntado si Washington considera intervenir el territorio mexicano, el vicepresidente respondió que no. “Tenemos esperanzas (de que México enfrente a los carteles) pero si no lo hacen, entonces obviamente nosotros veremos qué hacer”, señaló.
Las incautaciones de fentanilo en la frontera con México han ido en caída en los últimos cuatro meses, con una reducción del 50% en enero de 2025 en comparación con el mes de octubre de 2024, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EU.
Pese al dato, Trump impuso el martes aranceles del 25% a México, argumentando que el país vecino no ha hecho lo suficiente para detener el tráfico de fentanilo.
Además, durante su discurso ante el Congreso, la noche del martes, Trump declaró que había “llegado la horá de declarar la guerra a los cárteles” y aseguró que los cártles controlaban “totalmente” México.
Por su parte, la presidenta mexicana insitió el fin de semana que su administración está comprometida con la lucha contra el crimen organizado y el tráfico de drogas, pero siempre bajo sus propios términos y sin aceptar “presiones externas que comprometan la autonomía del país”.