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La presidenta, Claudia Sheinbaum, se encuentra en conversaciones telefónicas con el gobierno de Estados Unidos para intentar alcanzar un acuerdo beneficioso para ambas naciones.
Esta llamada se da en un contexto de tensión comercial, ya que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha anunciado la imposición de aranceles del 25 por ciento a las importaciones procedentes de México y Canadá, una medida que Sheinbaum considera innecesaria.
Mientras que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, respondió con aranceles de represalia inmediatos y críticas directas a Trump, la estrategia de la presidenta mexicana ha sido distinta. Sheinbaum anunció en conferencia de prensa que México también aplicará aranceles a las importaciones estadounidenses, pero estos entrarán en vigor el domingo, con la intención de aprovechar el tiempo para negociar un acuerdo antes de su implementación.
La diferencia en las respuestas de México y Canadá plantea diversas interrogantes sobre la estrategia diplomática de Sheinbaum y sus posibles implicaciones económicas.
Estos aranceles de Trump, justificados por su administración bajo preocupaciones de seguridad fronteriza y tráfico de drogas, han generado incertidumbre en los mercados internacionales. Originalmente programados para el 4 de febrero, la imposición de dichos aranceles se pospuso un mes tras negociaciones con México y Canadá.
La actual llamada de Sheinbaum representa un esfuerzo clave para evitar mayores afectaciones económicas y mantener una relación comercial estable con Estados Unidos.