El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ha desarrollado el Dispositivo Inteligente para Bastón Blanco “Kaná”, una innovación que ha demostrado mejorar significativamente la calidad de vida de personas con discapacidad visual. Tras un mes de uso, los usuarios han reportado un incremento de hasta 51% en su percepción de bienestar y un 38% en su velocidad de marcha, sin registrar accidentes.
La doctora Ana Gabriela Gallardo Hernández, investigadora del IMSS, explicó que las pruebas del dispositivo se realizaron evaluando la velocidad de desplazamiento y la percepción de calidad de vida. “El dispositivo se acopla a los bastones convencionales y alerta a los usuarios sobre la proximidad de objetos mediante vibraciones, permitiéndoles moverse con mayor seguridad”, detalló.
Tecnología para una movilidad más segura
El “Kaná” emplea un sensor de ultrasonido que detecta objetos por encima de la cintura, una limitación de los bastones tradicionales. Esto reduce los riesgos de golpes y mejora la confianza al caminar de manera independiente.
Hasta la fecha, el IMSS ha entregado 61 dispositivos en distintas versiones y probado su eficacia en entornos reales. Además, ha trabajado con instituciones como el Centro Nacional de Investigación y Capacitación para Personas Ciegas y Débiles Visuales del DIF y la Fundación Miradas de Esperanza A.C. en Reynosa, Tamaulipas.
“La velocidad de marcha es un indicador clave de la confianza del usuario. Con el dispositivo, hemos observado un aumento significativo en la seguridad y autonomía de las personas con discapacidad visual”, agregó Gallardo Hernández.
El “Kaná” también incorpora un sistema de voz que informa sobre el estado del dispositivo, la carga de la batería y el nivel de detección de objetos. Su sensor ultrasónico es capaz de identificar elementos desde 4 centímetros de diámetro, como ramas de árboles, balcones y medidores de luz.
Hacia una producción a gran escala
El desarrollo del “Kaná” ha contado con apoyo institucional y extrainstitucional, permitiendo la producción de 150 unidades en su etapa de prototipo. Ha sido parte de iniciativas como la Real Academia de Ingeniería Británica y el Nodo Binacional de Innovación en Salud (NoBi) del Conahcyt, lo que ha impulsado su viabilidad industrial.
Actualmente, el IMSS busca un socio, ya sea una empresa o una organización sin fines de lucro, para licenciar la tecnología y producir el dispositivo a gran escala. Con una patente registrada ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) bajo el número MX391001, “Kaná” ha alcanzado un grado nueve en la Escala de Madurez Tecnológica (TRL), validado por estándares de organismos como la NASA.
El siguiente paso para el proyecto es ampliar las pruebas en Unidades de Medicina Familiar (UMF) del IMSS en todo el país, con la meta de que esta tecnología innovadora esté disponible para todas las personas con discapacidad visual en México.