Fuentes oficiales han confirmado a Crónica que en el Rancho Izaguirre no hay indicios de que existiera un horno destinado a quemar cuerpos humanos. Lo que se difundió como un crematorio ha resultado ser una instalación que funciona con madera y no podría alcanzar las temperaturas para incinerar un cadáver.
Los trabajos periciales que se realizan en el Rancho Izaguirre, en Teuchitlán, que en el sitio no se observa ningún dispositivo o instalación a manera de horno crematorio, diseñado específicamente para incinerar cuerpos de manera controlada y con las necesarias altas temperaturas.
Información en poder de Crónica especifica que se detectó una excavación en la que se prendió fuego utilizando material combustible como leña u otros materiales semejantes, lo que hace completamente inviable el funcionamiento de un crematorio como el señalado.