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El caso puede resultar escabroso por el contexto, no por lo que en sí mismo estaba pasando. Un muchacho que sabe tocar el saxofón y decide utilizar ese conocimiento para ganarse unos pesos, se instala en la plaza público y toca; interpreta melodías en espera de que algunos transeúntes y paseantes se animen a dejarle unas monedas. Y, a juzgar por todo esto, el muchacho es uno de los que se ha propuesto luchar por la ruta recta, sin meterse en vericuetos de vida loca, dinero fácil (con sus riesgos), entrenamientos semimilitares en campos clandestinos y lealtad a tres letras de creación bastante torpe.
Pero al chico le sale mla la jugada, porque resulta que es un infractor, se ha colocado sin los permisos municipales y un inspector, cn apoyo policialm le retira de las calles y además le hace saber que la ley puede ser dura, muy dura: “me van a quitar mis cosas”, dice el chico que ahora trata de convencer a los transeúntes que se animan a grabarle lo que pasa. “No pueden quitarme nada”, les dice a quienes en la práctica lo están deteniendo (aprehendiendo).
“No opongas resistencia”, le pide la autoridad.
Y sí, un funcionario municipal, suponemos que en uso del código de vestimenta por la camiseta, por lo tatuadito como se estila en las tres letras, asegura (retiene) una bocina que, difundirán después los usuarios de las redes, en verdad fue incautada. El criterio (o la falta del mismo) ha sido aplicar la ley a rajatabla.
El operativo ha resultado exitoso, pero quedan sembradas las dudas en todos los que han visto la escena, hasta en la propia Verónica Delgadillo que termina refiriendo en su tuiter (ahora X):
“Me llegó un video que circula en redes sociales en el que un trabajador de Inspección y Vigilancia le retira sus instrumentos a un músico en el Centro de Guadalajara”.
“Quiero dejar claro que, aunque el trabajo del inspector es hacer cumplir los lineamientos municipales y mantener el orden en la ciudad, la forma en la que actuó no representa los principios de este Gobierno. “Les cuento que ya he instruido al área jurídica que se revise el actuar de dicho funcionario. Además, la Dirección de Cultura ya está en contacto con el músico para apoyarle y que, cumpliendo con los lineamientos de la ciudad, pueda seguir tocando y demostrando su talento”.
Un caso más de redes sociales que exponen lo que antes estaba oculto.