
Las acciones de EU en materia de ayuda humanitaria y cooperación internacional han sufrido un duro golpe con la cancelación del 83 % de los programas de la Agencia de los EU para el Desarrollo Internacional (USAID).
Este recorte, anunciado por el secretario de Estado, Marco Rubio, representa una de las decisiones más drásticas de la administración de Donald Trump en su política exterior y afecta a múltiples países, incluyendo a México.
El impacto de la medida en América Latina y el Caribe es profundo, con el destino de más de 600 millones de dólares en el aire. Entre las naciones más afectadas están Colombia (180 millones), Honduras (82 millones), Haití (66 millones) y México (10 millones).
USAID ha sido históricamente una fuente clave de financiamiento para iniciativas de derechos humanos, fortalecimiento del Estado de Derecho, salud pública y desarrollo económico.
Consecuencias en México
Las organizaciones no gubernamentales mexicanas han sido algunas de las principales afectadas por la decisión. Muchas de ellas dependían en gran medida de los fondos proporcionados por USAID para operar.
De acuerdo con fuentes consultadas por El País, varios proyectos han sido paralizados, mientras que otros enfrentan graves problemas de liquidez que han llevado a despidos y reducción de actividades.
“El efecto ha sido devastador para la región”, asegura un representante de una de las instituciones afectadas, quien solicitó el anonimato.
A nivel estatal y municipal, los gobiernos locales también han sido perjudicados, ya que algunos de los programas más importantes de desarrollo y fortalecimiento institucional contaban con apoyo estadounidense.
Entre 2020 y 2024, USAID financió un programa de prevención de la violencia con gobiernos municipales en México con más de 19 millones de dólares.
Asimismo, destinó 24 millones a un proyecto de atención a víctimas de desaparición forzada y tortura, que estaba previsto para concluir este año. Ahora, estos esfuerzos EU
La decisión de Trump de desmantelar USAID responde a su estrategia de “EU primero”, priorizando intereses nacionales sobre la cooperación internacional.
Sin embargo, especialistas advierten que esta medida podría tener efectos contraproducentes.
El País cita a Jorge Schiavon, académico de la Universidad Iberoamericana, quien señala que estos recortes debilitan la influencia estadounidense en la región y abren la puerta a otros actores internacionales, como China.
Mientras la administración Trump recorta recursos para el desarrollo y la seguridad en América Latina, simultáneamente endurece su política migratoria y su postura contra el crimen organizado en la región.
Este enfoque, según analistas, es contradictorio y podría generar efectos adversos en la estabilidad de los países afectados, incluyendo a México.