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Más del 50% de los incendios en el mundo suceden en Latinoamérica por falta de una regulación adecuada. México y América Latina en general se encuentran en grave peligro de sufrir graves tragedias provocadas por incendios urbanos, señala el estudio de la Red Latinoamericana de Protección contra Incendios (Latam PCI), la Asociación Mexicana de Rociadores Automáticos Contra Incendios (AMRACI) y el Consejo Nacional de Protección Contra Incendio (CONAPCI).
En un evento realizado, vía streaming, simultáneamente en doce países integrantes de Latam PCI, presentó desde México su segundo estudio sobre el particular, en el que se dio a conocer la ausencia de un marco regulatorio común entre los países de la región, el cual plantea desafíos significativos y ofreció un análisis detallado del panorama normativo en distintos países de la región, permitiéndonos comprender los avances y desafíos que enfrenta nuestra industria.
Su contenido no solo proporciona una visión integral del estado actual de la regulación, sino que también sirve como una herramienta clave para identificar áreas de oportunidad y fortalecer la normatividad en cada país.
En el estudio, México resultó último lugar en el estudio de clasificación de ocupaciones y en sexto por debajo de países como Argentina, Brasil, Perú y Ecuador, en medios de protección contra incendio dejando ver la brecha pendiente que existe en nuestro país para la salvaguarda de la vida de las personas y la protección de la infraestructura.
Para nuestro país, este análisis representa una gran oportunidad para evaluar nuestro crecimiento y deuda pendiente en materia regulatoria, identificando áreas en las que podemos consolidar acciones necesarias para garantizar un entorno más seguro.
La protección contra incendio es una actividad que tiene un impacto transversal en todas las actividades económicas de los sectores productivos debido a los distintos riesgos que, por la naturaleza de cada proceso, materiales almacenados o simplemente por la cantidad de personas en un mismo lugar, representan un verdadero riesgo para la salvaguarda de la vida de las personas, continuidad de operaciones y, por tanto, a la competitividad del país.
En los últimos años, México ha avanzado en muchos aspectos: crecimiento demográfico, mayor infraestructura, nuevos métodos constructivos, incorporación de nuevas tecnologías, lo que representa mayores riesgos; sin embargo, no así los avances normativos y los incendios SI han ido en aumento.
El estudio también señala la importancia de avanzar hacia un marco regulatorio más sólido, unificado y adaptado a la realidad de cada país.
Dicho estudio señala la disparidad en la regulación que existe actualmente. Por ejemplo, señala que:
- El gran incendio de Valparaíso (Chile, 2014) que causó 15 muertos, dejó a 11 mil personas sin hogar y destruyó más de 2.500 viviendas.
- El fuego la discoteca Kiss en Santa María, Brasil (27 de enero de 2013) el cual provocó la muerte de 242 personas y dejó más de 600 heridos.
- El siniestro en el hotel República Cromañón, en Buenos Aires, Argentina (30 de diciembre de 2004), que dejó 194 muertos y más de 1.400 heridos.
- La conflagración del supermercado Ycuá Bolaños en Asunción, Paraguay (1 de agosto de 2004), con un saldo devastador de 396 muertos y más de 500 heridos.
- Todas las quemas forestales en la Amazonia que alcanzaron niveles críticos en 2019, con más de 74 mil focos de fuego.
- El incendio de la Guardería ABC que ocurrió el 5 de junio de 2009 en Hermosillo, Sonora, México. En el incendio fallecieron 49 niños y 106 resultaron heridos, todos de entre cinco meses y cinco años.
Tales tragedias se deben a la falta de armonización: la ausencia de un marco regulatorio común entre los países que limita el intercambio de buenas prácticas y debilita la efectividad de las estrategias regionales.
Ante ello, Latam PCI y sus asociados AMRACI y CONAPCI hacen un llamado al Congreso de la Unión, a las autoridades como: Secretarías de Economía, Del Trabajo y Previsión Social, así como a la Coordinación Nacional de Protección Civil a sumar esfuerzos y voluntad política para generar políticas públicas que garanticen a nivel nacional la “Seguridad Humana y Protección de Incendios”, a través de una legislación moderna, clara, prescriptiva que pueda ser inspeccionada oportunamente.
Considera también urgente la realización de campañas educativas a gran escala, orientadas a concientizar a la población sobre la importancia de la prevención y sus beneficios, promoviendo una cultura de seguridad contra incendios.
Desde AMRACI-CONAPCI estamos listos para colaborar en esta importante tarea autoridades, instituciones y expertos de la industria para construir un futuro más seguro para todos.
Si deseamos un México en paz, seguro y competitivo, tenemos que trabajar unidos a un frente común: sociedad, empresa y gobierno, en beneficio de todos, con algo tan esencial como lo es la protección de la vida humana
¡Hagamos que las cosas sucedan!
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