
La imposición de un arancel del 25% que aplicó el gobierno de Donald Trump a los automóviles fabricados fuera de Estados Unidos representa una amenaza directa para la industria automotriz de la región, encarece los vehículos, reduce la competitividad y pone en riesgo miles de empleos, advirtió el sector empresarial del país.
Según datos del INEGI, en 2024 México exportó cerca de 3.5 millones de vehículos ligeros, de los cuales el 80% se dirigieron a EE.UU.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) alertó que la imposición de estos gravámenes no solo impactará a las exportaciones nacionales, sino que también incrementará los costos para los consumidores en Estados Unidos, lo que podría traducirse en una menor demanda y afectar la estabilidad del sector.
“La incertidumbre generada por esta medida, daña la confianza de los inversionistas y obstaculiza el crecimiento económico de ambos países”, estableció
El sector patronal del país encabezado por Juan José Sierra, recordó que México es el principal proveedor de autos al mercado estadounidense y forma parte de una cadena de suministro altamente integrada, por lo cual México no puede permitir que estas decisiones afecten el comercio y la integración productiva construida durante décadas.
“No podemos depender de la voluntad de un solo país para garantizar el crecimiento de nuestra economía. Es urgente fortalecer el mercado interno y diversificar nuestras exportaciones para reducir la vulnerabilidad frente a medidas proteccionistas”, exigió
La industria automotriz –agregó--es un pilar fundamental de la economía mexicana y su competitividad no puede verse afectada por decisiones arbitrarias.
En ese sentido demandó al gobierno de México actuar con determinación para defender los intereses nacionales y recalcó que es imprescindible exigir el cumplimiento de los compromisos adquiridos en el marco del T-MEC así como buscar mecanismos para contrarrestar las afectaciones derivadas de estos aranceles.
Recalcó que se requiere de una estrategia clara que brinde certidumbre a las empresas y garantice condiciones de competencia justa, entre ellas reforzar el diálogo con nuestros socios comerciales, explorar nuevas alianzas y exigir un marco de reglas claras que impida la imposición de medidas que distorsionen el comercio.
“El futuro de México no puede estar sujeto a decisiones unilaterales que atentan contra nuestra economía”, estableció
La Coparmex consideró que se debe impulsar una política exterior firme y proactiva que promueva la estabilidad y el crecimiento para nuestro país.
Insistió en que el fortalecimiento de la inversión, la innovación y la promoción de nuevas oportunidades comerciales deben ser prioridad en la agenda económica del país.