
Desde el estado de Hidalgo, la aspirante a ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Ana María Ibarra, lanzó un mensaje contundente: el combate a la corrupción en el Poder Judicial no puede ser una tarea delegada ni postergada. “Eso no exime de responsabilidad a las y los ministros, pues la corrupción no se combate con discursos, sino con acciones y con una conducta ejemplar”, afirmó ante la Barra de Abogados del Valle de Tizayuca.
En su visita por la entidad, Ibarra compartió su propuesta de una justicia con sentido social, más equitativa y verdaderamente transparente. Planteó como una de sus propuestas clave la implementación de un mecanismo digital, anónimo y seguro para la denuncia de actos de corrupción. Este sistema, dijo, debe estar al alcance tanto de personal judicial como de la ciudadanía, y garantizar seguimiento con plazos y respuestas claras.
“La justicia debe ser el antídoto, no un cómplice más”, expresó al insistir en que la transparencia debe comenzar desde las sentencias mismas, y que la forma en que se resuelven los casos también debe reflejar el compromiso con la integridad judicial.
Posteriormente, en un encuentro con la Red Mucpaz “Mujeres de Roble de Real Toledo”, la aspirante escuchó a mujeres líderes comunitarias y recalcó que no puede hablarse de verdadera justicia si no se atiende con seriedad la desigualdad estructural que enfrentan las mujeres en México.
Para cerrar su recorrido, Ana María Ibarra visitó el mercado Primero de Mayo, donde conversó con comerciantes y vecinos sobre la importancia de participar en el proceso electoral del 1 de junio. “Este proceso histórico es una oportunidad única para construir un Poder Judicial que escuche, que resuelva con empatía y que garantice una justicia con sentido social”, subrayó.