
Desde el centro del país, la presidenta Claudia Sheinbaum lanzó un claor mensaje al encabezar la Clase Nacional de Boxeo en el Zócalo capitalino: “Las y los jóvenes mexicanos dicen: ‘No a la violencia, no a las adicciones’. El pueblo de México dice: ‘Sí a la educación, sí al deporte, sí a la paz, sí al amor’”. Con su llamado, replicado en las 32 entidades del país, dijo buscar lanzar un mensaje por una nación que construye seguridad desde las causas, con juventud consciente, deporte y comunidad.
Frente a más de 42 mil personas reunidas en la plancha del Zócalo, entre ellos el representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en México, Sheinbaum enfatizó que el deporte no solo es salud, sino también un acto de libertad y felicidad colectiva.
“La Clase Nacional de Boxeo muestra que el deporte nos hace más libres, más sanos y más felices; muestra que cuando nos organizamos, nada es imposible”. Con guantes en alto y una sola voz, el evento se convirtió en símbolo del espíritu que impulsa su estrategia nacional de seguridad: prevenir, unir, transformar.
Acompañada por leyendas del boxeo como Julio César Chávez, Irma García, Marco Antonio Barrera y Humberto “Chiquita” González, así como por figuras institucionales y representantes de organismos internacionales, la mandataria reafirmó el compromiso de su gobierno con la juventud. “Las y los jóvenes mexicanos son el presente y el futuro de nuestro país”, expresó.
El evento, organizado junto al Consejo Mundial de Boxeo (CMB), también fue respaldado por el campeón Óscar de la Hoya, quien envió un mensaje directo a las juventudes: “No a las adicciones; sí al boxeo”. A su vez, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, subrayó que la Clase Nacional de Boxeo representa “un nocaut a la violencia” y una muestra del poder del deporte para unir a México.
La clase de boxeo, además de haber servido como una actividad física multitudinaria, también logró un acto simbólico que, en palabras de Sheinbaum, dejó en claro que México es un país valiente, solidario y con rumbo. “Como México, no hay dos. ¡Viva México!”, cerró la presidenta, en medio del entusiasmo de miles de participantes que, con cada golpe al aire, también golpeaban la indiferencia y la desesperanza.