Al conmemorar los 494 años de la Ciudad de los Ángeles, ‘La Angélopolis’, la diputada panista Liliana Ortiz fue muy enfática en recordar al pleno de San Lázaro que fue la reina Isabel de Portugal quien firmó, el 20 de marzo de 1532, la cédula real que le otorgó a Puebla el título de ciudad.
En el marco de la ceremonia solemne para celebrar la fundación de esta ciudad capital del estado del mismo nombre, la legisladora pronunció un discurso muy elocuente, resaltado que esta entidad tiene sus orígenes en sueños colectivos, no en guerras, ni conflictos, y así fue concebida, el de crear un espacio de paz, convivencia y conocimiento. Su historia, y por ella habla su Archivo Histórico del Ayuntamiento de Puebla, advierte que su creación no fue una obra humana, sino celestial.
“El 16 de abril de 1531, el franciscano Fray Toribio de Benavente celebró una misa convocando a pueblos mesoamericanos y a españoles sin hogar, con un solo propósito: fundar una ciudad donde se pudiera construir un nuevo futuro. Desde entonces Puebla fue un proyecto colectivo. A pesar de lluvias, inundaciones y dificultades, sus primeros habitantes no se rindieron, lo que los sostuvo fue algo poderoso, la certeza de que estaban dando forma a una sociedad plural, solidaria y profundamente humana”, destacó la legisladora panista.
“Sin embargo, fue una mujer quien selló oficialmente nuestro nacimiento como la Ciudad de los Ángeles. Con ello llegó el reconocimiento, la responsabilidad y también el impulso para seguir creciendo. Fueron los pueblos originarios quienes, con su talento y su trabajo, dieron forma a los barrios tradicionales. Peninsulares, tlaxcaltecas, cholultecas y tantos otros convivieron aquí. Y a esa mezcla se sumaron los saberes llegados desde Asia a través de la Nao de China. De esta armonía nació una nueva cultura, una que hoy se saborea, se mira y se siente en cada rincón de Puebla”.
El discurso de elogios a la capital que está de plácemes incluyó resaltar la legendaria cocina, su majestuosa talavera, el único proceso artesanal de México inscrito como patrimonio cultural inmaterial de la Unesco y único patrimonio binacional con España, y ahí también el trazo perfecto de nuestra ciudad. Tan preciso, dijo Ortiz, que incluso hoy con tecnología satelital sigue causando asombro. Por su historia y su belleza, la Unesco declaró el Centro Histórico de Puebla patrimonio mundial en 1987.
“Hoy decimos con orgullo que Puebla conserva la mayor cantidad de monumentos históricos dentro de las ciudades patrimonio del mundo: 2 mil 617. Pero Puebla no sólo es piedra, ni templo ni cúpula. Puebla es conocimiento, es tradición educativa, es la Biblioteca Palofoxiana, la única en América que conserva su edificio, su mobiliario y su orden original”, siguió la panista.
Por último, no pasó por inadvertido que son cuatro hechos gloriosos, y Puebla lleva con honor el título de 4 veces heroica.
“Hoy celebramos 494 años de su fundación, celebramos a una ciudad abierta que recibe y transforma, a una ciudad que ha sido hogar de mexicanas y mexicanos que creen en el legado, en la memoria y en el futuro”, concluyó con júbilo la diputada panista.