
México acelera esfuerzos para aumentar el volumen de agua que envía a EU conforme al tratado bilateral de 1944, ante crecientes temores de que el expresidente Donald Trump utilice el incumplimiento como argumento en negociaciones comerciales, indicaron tres fuentes cercanas al tema.
Según el acuerdo, México debe entregar 1.75 millones de acres-pie de agua a EU provenientes del Río Bravo cada cinco años. Sin embargo, a menos de seis meses de que concluya el actual ciclo en octubre, el país ha enviado menos del 30% del volumen comprometido, según datos de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA).
La deuda equivale al suministro necesario para abastecer a una ciudad mediana durante unos 30 años.
Argumentos climáticos
México ha sostenido que una sequía histórica, agravada por el cambio climático, ha imposibilitado cumplir con el tratado. El documento prevé este escenario y permite posponer la deuda al siguiente ciclo quinquenal.
Pero esa explicación ha sido rechazada por legisladores republicanos de Texas, quienes acusan a México de incumplir crónicamente con sus obligaciones hídricas.
Con las tensiones bilaterales ya elevadas por temas como migración, seguridad y aranceles, ahora el agua podría convertirse en un nuevo punto de fricción.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha declarado que el país seguirá negociando con EU en las próximas semanas para abordar las tarifas impuestas por Trump, aunque fuentes mexicanas admiten preocupación de que el expresidente pueda usar el tema del agua para presionar por cambios en el tratado comercial T-MEC.
Plan de emergencia
Ocho fuentes indicaron que México trabaja para incrementar las entregas antes del plazo de octubre, lo que probablemente incluirá aplicar una controvertida enmienda al tratado que permite al gobierno federal tomar agua adicional de los estados.
Esta medida se centraría en Nuevo León, Coahuila, Chihuahua y Tamaulipas, entidades clave para la producción agrícola y ganadera.
En semanas recientes, autoridades estatales se han reunido con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para explorar mecanismos que permitan elevar los envíos.
No obstante, la propuesta ha encendido un conflicto interno: líderes estatales y agricultores han manifestado su rechazo frontal al plan, advirtiendo que ceder agua sería catastrófico para sus regiones.
“Para Chihuahua, entregar agua en este momento es muerte”, advirtió el senador panista Mario Vázquez, mientras que Mario Mata, director del Consejo Estatal del Agua en el mismo estado, anunció que analizan emprender acciones legales contra la enmienda.
En 2020, el conflicto por el agua provocó enfrentamientos violentos entre agricultores y la Guardia Nacional en la presa La Boquilla, dejando un manifestante muerto.
La presión por parte de EU va en aumento. El Departamento de Estado estadounidense reiteró su llamado a México para que cumpla con el tratado y garantice entregas “predecibles”. El 20 de marzo, por primera vez, EU negó a México una entrega de emergencia desde el Río Colorado a Tijuana, en respuesta al incumplimiento del lado mexicano.
En paralelo, funcionarios mexicanos han manifestado temor de que Trump busque represalias comerciales si no se acelera el flujo de agua. “Hay señales claras de que usarán esto como palanca”, dijo una fuente.
Hasta ahora, México ha comprometido el envío de 122,000 acres-pie y explora opciones para entregar otros 81,000, pero incluso así habría cubierto menos del 40% del volumen pactado (con información de agencias).