Desde hace varios años, México y Estados Unidos han firmado cinco acuerdos para evitar conflictos comerciales por el jitomate, luego de constantes acusaciones de dumping, es decir, vender por debajo del precio justo de mercado.
Productores de jitomate en Florida acusan a México de hacer trampa en los precios, lo que derivó en la imposición de cuotas compensatorias, una medida que no es un arancel, pero que representa una sanción comercial. México, en respuesta, se retira de un acuerdo preexistente que regulaba esta relación comercial.
“Seis de cada diez jitomates consumidos en Estados Unidos son de origen mexicano”, aseguró Berdegué, subrayando que las consecuencias del castigo recaerán también sobre los consumidores estadounidenses, ya que sus costos aumentarán. “No nos pueden sustituir tan fácilmente”, advirtió.
Estados Unidos tiene 90 días para implementar la medida, la cual podría tensar aún más la relación comercial entre ambos países.
Las investigaciones antidumping no son nuevas: actualmente, hay dos casos más abiertos, uno contra el pollo y otro contra la pierna de cerdo mexicana.