
El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró este jueves que la llamada que tuvo el miércoles con su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum, fue “muy productiva”, y afirmó que todos los países quieren negociar con él los aranceles.
Los dos presidentes sostuvieron su quinta conversación en el marco de la pelea por el agua del río Bravo, por los aranceles del 20.91% a los jitomates mexicanos y por el último despliegue militar de las tropas estadounidenses en la frontera compartida. Ni ellos ni sus equipos han especificado en cuál de todos los asuntos ha sido “productiva” esta llamada.
“Ayer tuve una conversación muy productiva con la presidenta de México. Asimismo, me reuní con los representantes comerciales japoneses del más alto nivel. Fue una reunión muy productiva. ¡Todas las naciones, incluida China, desean reunirse! ¡Hoy, Italia!”, dijo en su red social, Truth Social.
Una hora después ha salido Sheinbaum, que ha utilizado exactamente la misma expresión: “El día de ayer tuvimos una llamada con el presidente Trump. Como lo menciona en su cuenta, fue muy productiva. Seguiremos dialogando para alcanzar buenos acuerdos que beneficien a nuestros países y nuestros pueblos”.
El día de ayer tuvimos una llamada con el presidente Trump. Como lo menciona en su cuenta, fue muy productiva. Seguiremos dialogando para alcanzar buenos acuerdos que beneficien a nuestros países y nuestros pueblos.
— Claudia Sheinbaum Pardo (@Claudiashein) April 17, 2025
La conversación con Sheinbaum se produjo un día después de que Trump afirmara en una entrevista con la cadena Fox que México le tiene miedo a los carteles del narcotráfico y ofreciera su ayuda al país para combatirlos.
La presidenta contestó que Estados Unidos busca “siempre intervenir, pero no es de ahora, es de siempre”, y recalcó que hay diálogo con Estados Unidos y que la colaboración en seguridad ocurre “con respeto y sin subordinación”.
Las llamadas entre ambos presidentes han sido hasta ahora la principal baza del Gobierno mexicano para llegar a acuerdos con Trump. En los desgastantes meses de negociación de los aranceles generales, Sheinbaum mandó a Washington de forma constante a sus secretarios de Exteriores (Juan Ramón de la Fuente), de Economía (Marcelo Ebrard) y de Seguridad (Omar García Harfuch) para mostrar a la Administración trumpista los resultados que el país estaba consiguiendo en materia de migración y seguridad.
Llamadas más productivas que viajes
Sin embargo, como confirmó a EL PAÍS una fuente cercana al Gabinete, más que los viajes, todo lo conseguido se decidía en los 30 minutos que duraba la conversación personal entre los dos mandatarios.
Ahora Sheinbaum tiene que usar sus cartas para apaciguar al republicano, especialmente en el tema del agua. México y Estados Unidos firmaron en 1944 un tratado para regular los envíos de agua entre los dos países. Las cláusulas establecen que EU manda cada año por el río Colorado mil 850 millones de metros cúbicos a México y este devuelve por el río Bravo casi 2 mil 160 millones de metros cúbicos cada cinco años. Esto es, dice el tratado, “en condiciones normales”.
Sin embargo, en estos últimos cinco años, México apenas ha entregado 632 millones, es decir, el 30% de lo que debería. De forma oficial, el país tiene hasta este octubre de 2025 para entregar el resto, más de mil 500 millones de metros cúbicos, una misión imposible.
El país no tiene agua suficiente: las dos presas que regulan estas entregas, la de La Amistad y Falcón, están al 13% y al 8,8% de su capacidad, respectivamente. Y todavía faltan un par de meses para que empiece la temporada de lluvias. Trump ha amenazado con imponer aranceles y sanciones a México si este no devuelve a los granjeros texanos el agua que debe. La pregunta para la Administración de Sheinbaum es cómo. Quizás la llamada con Trump haya servido, por lo menos, para ganar tiempo.
Su conversación posterior se enmarca en una intensa ronda de negociaciones sobre la política de aranceles impuesta por Trump a sus socios comerciales (con información de EFE, El País y CNN).