
Aunque en temporadas vacacionales para miles de personas se convierte en el pretexto ideal para dejar de lado el régimen alimenticio y dan paso a gustitos que en muchas ocasiones se convierten en excesos alimenticios y de distintas bebidas, personas con enfermedades como diabetes, hipertensión, sobre peso u obesidad, deben mantenerse vigilantes de su alimentación.
En estos días de descanso en la presente temporada vacacional de Semana Santa, millones de familias aprovechan la temporada para procurar un mayor consumo de pescados y mariscos, ricos en una variedad de nutrientes, incluídas proteínas, omega-3, vitaminas, minerales.
En el caso del salmón, sardinas y otros pescados grasos son fuentes destacadas de omega-3, importantes para la salud cardiovascular, en tanto que mariscos como almejas, son ricos en hierro, potasio y calcio.
No hay alimentos malos, hay que vigilar las cantidades
En este sentido, la nutricionista y dietista Fabiola Rosas Viveros, adscrita al Hospital General Regional (HGR) No. 72 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Estado de México Oriente, aseveró que “no hay alimentos malos, siempre es la cantidad y la frecuencia con la que se deben consumir para evitar problemas de salud”.
En este sentido, subrayó que en el caso específico de personas que viven con hipertensión, diabetes, obesidad, sobrepeso y problemas cardiacos “deben de cuidar su alimentación en estas vacaciones de Semana Santa y no excederse en los productos alimenticios provenientes del mar, ricos en sodio, altos en colesterol, sal y grasa”.
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Diabéticos e hipertensos, cuidado con la salsa de tomate
La nutricionista ejemplificó que un coctel de camarones o calamares, la porción de la salsa que se agrega son dos cucharadas, es decir, en 200 mililitros (ml) se estarían agregando siete raciones, las cuales contienen 300 calorías y son ricos en sodio, en otras palabras, es dañino para nuestra salud en exceso.
En este sentido, es importante destacar que para los productos del mar es común acompañarlos con diferentes salsas de tomate comerciales, todas ellas ricas en azúcar y sodio, lo cual es convierte en un peligro para personas con diabetes mellitus tipo 2, así como para quienes viven con hipertensión arterial, por la sal que contienen, y que muchas veces por sus componentes que prácticamente se convierten en adictivos, hay un consumo excesivo de éste tipo de productos.
Lo anterior sin tomar en cuenta, que por ejemplo en el caso de un coctel de camarón, la ración deben ser sólo de seis piezas, las cuales aportarán 40 calorías, y en un coctel de 200 ml son aproximadamente de 12-15 camarones, los cuales aportarían 100-120 calorías.
En el caso del coctel de calamar, dijo, en 200 mililitros aportaría 60 calorías; sin embargo, el calamar es alto en colesterol, es decir, la grasa mala que si está elevada en nuestra sangre puede tapar las arterias del corazón y producir un infarto.
Todo ello, sin tomar en cuenta el consumo adicional de galletas saladas, de las cuales, cual cuatro piezas equivalen a una ración que contiene 70 calorías, es decir, con un coctel de dichos alimentos, se estarían consumiendo 650 calorías en un vaso de 200 mililitros.
Ante tal situación que se pueden convertir en una especie de “trampas” para pacientes con alguna condición particular en su salud, reiteró la importancia de vigilar el contenido como las porciones, para no incurrir en excesos, así como tratar de evitar las preparaciones fritas, capeadas y empanizadas, y exhortó a no olvidar que el consumo de bebidas alcohólicas, bebidas carbonatadas y con exceso de azúcar, no aportan nutrientes, pero sí calorías, además de que aportan una gran cantidad de azúcares, aditivos y gases que hacen que la digestión sea más lenta.