
Durante su participación en el conversatorio de aspirantes a la Suprema Corte, organizado por el ITAM, la candidata a ministra señaló que la encuesta de Consulta Mitofsky le ha colocado como la segunda mujer más mencionada por la ciudadanía entre las contendientes al máximo tribunal del país.
De acuerdo con Ibarra, la encuesta le extiende el 16% de las preferencias entre la población general.
Más allá del anuncio, la candidata mantuvo un diálogo abierto con los estudiantes de la universidad y el público asistente en el que exploraron la propuesta de la jurista entorno a la construcción de una justicia cercana al pueblo y en el énfasis de ésta en paliar las desigualdades sociales.
Como leitmotiv, Ana María Ibarra citó como máxima que la justicia “no puede seguir siendo una esperanza inalcanzable”, debe convertirse en una herramienta real de cambio y equidad.
“No todas las personas llegan al tribunal en igualdad de condiciones, las decisiones judiciales deben reconocer esas diferencias y nivelar la cancha”, expresó la aspirante en la sesión de preguntas y respuestas.
Ante la comunidad académica, Ibarra subrayó la urgencia de simplificar los procesos judiciales y legales para garantizar que, efectivamente, éstos se supediten al servicio del común, sin privilegios, con empatía y sentido social.
Ana María Ibarra recordó al auditorio que las sentencias no se dictan para cumplir con un trámite y cerrar casos, “son para cambiar vidas”, cerró con firmeza.