
Alrededor de 28 millones de canadienses están convocados el lunes a las urnas para elegir los 343 diputados de la Cámara Baja, que decidirán quién será el próximo primer ministro del país y enfrentar el mayor desafío existencial del país: la amenaza anexionista del presidente de Estados Unidos, mediante la asfixia de su economía gracias al chantaje de los aranceles.
Todavía en enero, mes en que el republicano asumió su segundo mandato, el candidato conservador, Pierre Poilievre, sacaba una ventaja apabullante de 27 puntos en las encuestas sobre los liberales en el poder, muy desprestigiados por la impopularidad del primer ministro Justin Trudeau. El dos veces premier canadiense fue humillado constantemente por Trump, quien lo veía como el gobernador del estado 51 de EU, y a quien acusaba de llenar el país inmigrantes ilegalmente y de fentanilo.
El primer triunfo de Trump fue lograr la renuncia de Trudeau el 7 de enero, antes incluso de que él regresara a la Casa Blanca el 20 de enero para un segundo mandato. Le bastaron un puñado de mensajes incendiarios en las redes.
Sin embargo, su apuesta por agravar la crisis de los liberales canadienses, para dar paso a un gobierno conservador en el vecino del norte, más afín a sus propios intereses, podría fracasar este lunes estrepitosamente, sin se confirman las encuestas.
El primer aviso de que el republicano podría haberse equivocado estratégicamente fue la elección en primarias de Mark Carney, cuya falta de prestigio la suple con creces por su imagen de político serio y experto en finanzas, tras su paso como presidente del Banco de Canadá.
Carney es el claro favorito a formar un nuevo gobierno liberal, con el 42% de los votos, mientras que Poilievre perdería con el 38%, atropellado en las encuestas por su pasado reciente, cuando no ocultaba su admiración por Trump y su mano dura contra la inmigración.
¿Afectará el atropello mortal a las elecciones?
A priori, no parece que vaya a haber un vuelco en las encuestas de última hora, tras achacar la policía el atropello masivo ocurrido la noche del sábado en Vancouver -con un saldo de al menos once muertos- a un joven “perturbado mental” con antecedentes de comportamiento agresivo.
De haberse tratado de un ataque de un inmigrante o un ciudadano por motivos racistas, xenófobos o religiosos, podría haber servido al candidato conservador para atacar a los liberales.
¿Cuál es el candidato que conviene a México?
Sin duda, el candidato el liberal Carney, quien apuesta firmemente por el T-MEC y por una visión menos agresiva que la de su adversario para enfrentar el chantaje arancelario de Trump, coincidiendo con la visión más negociadora de la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum.
En la primera llamada que sostuvieron ambos mandatarios, el 1 de abril, mostraron buena sintonía y afirmaron por separado la necesidad de seguir profundizando en la necesidad de “proteger la competitividad de América del Norte, respetando al mismo tiempo la soberanía de cada nación”.
Asimismo, Sheinbaum y Carney se comprometieron a seguir “reforzando el comercio bilateral”, que es claramente beneficioso para México.
En 2024, la balanza comercial de bienes entre ambos países registró un superávit de 28,009 millones de dólares a favor de México, siendo los productos mexicanos que más consumen los canadienses vehículos y autopartes, camiones de reparto, aguacates, mango, tequila, motores de ignición, pantallas de video y teléfonos.
Asimismo, Carney se muestra partidario por un control migratorio más humanista que el de los conservadores. En su agenda apuesta por la reunificación de las familias migrantes e incluso por ampliar el cupo de trabajadores temporales, sobre todo en sectores deficitarios, como la construcción y la agricultura.
Según datos de la SRE, en Canadá hay aproximadamente 86,175 mexicanos residentes. En 2023, Canadá recibió cerca de 60,000 trabajadores mexicanos bajo el Programa de Trabajadores Extranjeros Temporales (TFWP) y el Programa de Movilidad Internacional (IMP). De estos, más de 26,000 fueron empleados en el sector agrícola.
¿Qué opina Poilievre de los mexicanos?
El conservador Poilievre ha mostrado desde el principio un discurso claramente antimexicano y partidario de reforzar el libre comercio con Estados Unidos, dejando a un lado a los socios mexicanos. Esto, incluso cuando Trump anunció por sorpresa, días después de ganar las elecciones en noviembre, que iba a imponer 25% de aranceles a los productos procedentes de Canadá y México como represalia por el flujo de drogas e inmigrantes procedentes de los dos países.
Al ser preguntado Poilievre si compartía la reacción de su aliado conservador, el jefe de gobierno de Ontario, Dough Ford, quien pidió expulsar a México del T-MEC por permitir la llegada del fentanilo chino, el candidato dijo que sí de forma velada, al declarar que “sólo me preocupa Canadá y su relaciones con Estados Unidos responsable del 60% de nuestro comercio; haré lo que sea necesario para preservar y proteger esta relación bilateral por encima de las otras”.
Sin embargo, tanto Poilievre como Ford tuvieron que tragarse sus palabras, cuando Trump anunció, ya una vez mudado a la Casa Blanca, que su ambición no es reforzar las relaciones con Canadá, como desean el candidato conservador y el gobernador de Ontario, culpando de las frustraciones del republicano a México, sino convertir el país en un estado más.
Pero, lejos del intento desesperado de los conservadores de dar un vuelco estratégico en las encuestas, mostrándose ahora como los más agresivos contra Trump y anunciando duros aranceles de réplica, no parece que esté dando frutos.
Por tanto, este lunes están en juego dos candidaturas que no sólo afectarán a las relaciones de Canadá con Estados Unidos, sino con México y con la forma de abordar el tremendo desafío en las relaciones entre los tres socios, mientras Trump siga en el poder.