
La economía vinculada al turismo en México registró una caída de 0.4 % anual al cierre de 2024, marcada principalmente por un descenso en los servicios turísticos y en el consumo de los viajeros nacionales, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Producto Interno Bruto (PIB) turístico, como denomina el Inegi a este indicador, mostró un aumento del 1.3 % en bienes turísticos, pero un retroceso del 0.9 % en los servicios, la columna vertebral de la actividad. La baja en los servicios, que incluyen desde hospedaje hasta transporte, terminó arrastrando el balance general a terreno negativo.
Más turistas extranjeros
En cuanto al consumo turístico, el Inegi reportó un avance del 0.9 % interanual en el cuarto trimestre, impulsado por un fuerte aumento del 19.2 % en el consumo receptivo, es decir, el gasto realizado por visitantes extranjeros.
Sin embargo, el consumo interno —el de turistas nacionales— cayó 2.5 %, reflejando un menor dinamismo en el mercado doméstico.
De manera trimestral, la economía turística creció 0.3 % respecto al trimestre anterior, apoyada en el aumento de 0.9 % en bienes y de 0.2 % en servicios. El consumo turístico también mejoró ligeramente, con un avance de 0.4 % trimestral, gracias al repunte de 12.9 % en el gasto de turistas extranjeros, aunque nuevamente el consumo interno cayó 1.4 %.
A pesar del freno registrado en el consumo interno, las cifras confirman la estabilización del turismo internacional tras el impacto de la pandemia. México recibió 45.03 millones de turistas internacionales en 2024, un 7.4 % más que en 2023, consolidándose como uno de los destinos más atractivos a nivel mundial.
El crecimiento de la economía turística mexicana había sido muy dinámico en los años anteriores: 5.5 % en 2023 y 14.4 % en 2022, periodos marcados por una recuperación acelerada tras las restricciones sanitarias.
Según el Gobierno y el sector privado, México fue el sexto país más visitado del mundo en 2022 y 2023, respaldado por datos de la Organización Mundial del Turismo (OMT).
El reto ahora será revivir el consumo interno, que sigue mostrando signos de debilitamiento. La caída en el gasto de los turistas nacionales contrasta con el impulso del mercado receptivo y podría poner presión sobre la recuperación plena del sector en 2025.
A pesar del flujo creciente de visitantes internacionales, la economía turística mexicana deberá enfrentar mayores retos de competitividad y diversificación, si quiere sostener su peso como uno de los motores clave del crecimiento económico del país.