En México, 8 de cada 10 profesores padecen enfermedades crónico degenerativas, sedentarismo, y requieren ayuda para desarrollar su coefiente emocional, alertó Guillermo Legorreta Martínez, presidente del Consejo Directivo de Euncet Business School Barcelona, México.
“En los estudios que hicimos en la investigación de profesores, el 76 por ciento de nuestros profesores, 140 mil profesores en el estado de México, tienen algún problema de padecimiento”, añadió.
El ex Director General de los Servicios Educativos Integrados al Estado de México (SEIEM) conversó en exclusiva con Crónica sobre los retos de la Educación Superior en el país, que se refieren no solo a los tradicionales salarios y pensiones de maestros, sino a su calidad de vida y de sus alumnos, dentro y fuera del aula.
El también ex subsecretario de Educación mexiquense, comenta que el gran reto educativo que tienen las autoridades del nuevo gobierno federal, “es que todos nos sumemos a esta gran cruzada del fortalecimiento de la educación”.
Explica que la educación debe ser entendida como un medio para que seas una persona no solamente de bien, sino que tenga las suficientes habilidades y capacidades para enfrentarte integralmente al mundo que hoy nos toca vivir, que no las enseña un libro, ni te las aporta un título; deben ser desarrolladas desde nuevos modelos.
Bienestar Docente
Sensible a los beneficios de la educación física como practicante activo de “Crossfit”, con la necesidad personal de cuidar sus indicadores de salud por un desbalance heredado, se refiere a la ausencia de bienestar docente en México, culturalmente saturados de trabajo y exigidos de estudio, a costa de su salud.
“Tienen algún problema de padecimiento, desde el más sencillo hasta el más complicado, crónicos degenerativos, diabetes, sobrepeso y ya no te digo de los emocionales, un complejo sistema de situaciones”, expresa.
Dice que la educación tiene que servirte para darte una profesión que te permita ejercer en la vida y defenderte ante las nuevas condiciones, pero que también te equilibre en cuanto a tu condición como persona integral.
“A eso tiene que llevarnos la educación, y esos son los retos del ahora y del aquí, de la educación y de los Maestros”, dice el ex también ex delegado federal de la Secretaría de Educación Pública (SEP) en el estado de México.
Deporte, medicina preventiva
El 100 por ciento de escuelas públicas y privadas en México ofrece a sus estudiantes alimentos y bebidas que construyen obesidad, la mayoría carece de educación física, y los profesores tampoco cuentan con productos y espacios sanos, se le comenta.
Legorreta Martínez coincide con esta deficiencia educativa y explica que aunque quizás haya espacios, falta la educación formalmente vinculada al deporte, lo físico, y lo emocional, para evitar desarrollar estudiantes y maestros con grados académicos meritorios, pero encadenados a medicinas y tratamientos.
Señala que la autoridad educativa puede enfrentar este desafío con la adaptación primero de los espacios, porque “el deporte es medicina preventiva, mientras nosotros entendamos eso, que es algo que no entendemos los mexicanos y me incluyo, estamos corriendo un enorme riesgo como lo estamos padeciendo con obesidad y enfermedades crónico degenerativas”.
Añade que este mal está presente ahora en más adolescentes, con padecimientos que antes no se observaban; “estaba viendo el cáncer de colon en en niños adolescentes que ahora ya se está presentando desde temprana edad”.
Explica que su propuesta es la formación deportiva, abordando la parte educativa y la infraestructura deportiva desde algunos modelos exitosos, pero también con formación educativa de nutrición y cómo alimentarnos mejor.
No solo son tablas, es Comunidad
El ex director general del SEIEM explica que la educación física, “no es una tabla gimnástica y eso también tenemos que entenderlo, es hacer actividad funcional, me parece que esa sería una primera herramienta que podemos implementar sin demasiada infraestructura e inversión financiera en las escuelas”.
Aclara que lo primero es formar a los profesores para que sepan cómo pueden hacer actividades fuera del salón, en los espacios que tengan destinados a la actividad física, “pero que le permitan al joven tener una mejor capacidad metabólica, que sepan equilibrar el uso de sus calorías en el deporte y en la actividad académica”.
Luego propone un modelo donde las comunidades educativas puedan hacer uso de instalaciones deportivas existentes aledañas a las escuelas.
“Imagínate nada más el efecto que esto generaría, es disruptivo sí, pero justo; se trata de generar nuevas respuestas a preguntas que no hemos respondido, y es una de las opciones para deporte comunitario, incluida la integración familiar”.
Legorreta Martínez detalla que se trata de papás haciendo deporte con sus hijos, generando pequeñas ligas deportivas comunitarias, hablando de la escuela como eje comunitario para ello.
“Logrando que el tema deportivo se convierta en un asunto no sólo de las escuelas, sino de la Comunidad que está alrededor de ellas” añadiendo la educación en nutrición, “que nos hace falta a todos, empezando por el que habla, toda una formación en lo que debemos y no debemos comer”, detalla Legorreta Martínez.
De esta forma podría ser superada la anomalía de vender a los alumnos y profesores en las escuelas, productos y bebidas que construyen obesidad y enfermedades.
Revela que este modelo lo aplicó a sus propios hábitos de vida, desde la necesidad de tener que cuidar sus indicadores de salud, pues le fue heredado un desbalance y le enseñaron a cuidar mejor su alimentación y hacer ejercicio como promotores activos diarios de su salud y bienestar, algo que no le enseñó ni la maestría ni el doctorado en Barcelona, con el que cuenta.
Por ello resalta la oportunidad para el cambio hacia procedimientos de educación física más asequibles, mucho más llamativos para las nuevas generaciones de Maestros y Alumnos, con espacios deportivos abiertos a la Comunidad que está alrededor de las escuelas, y entre todos cuidar de esas instalaciones, porque “el proceso deportivo es salud”.
Fideicomisos Públicos
Guillermo Legorreta Martínez propone entonces la figura del Fideicomiso Público, una política pública que conoció en Barcelona cuando se encontraba estudiando su postgrado.
“Voy a centrarlo en el deporte, cuando las Olimpiadas de Barcelona en 1992, en el estadio de Montjuic dejaron toda una infraestructura deportiva y lo que hicieron los gobernantes es que la rescataron con la participación de todos los involucrados”, explica.
Añade que el Fideicomiso Público es sentar al político, al gobernante, al empresario, al representante de la sociedad civil, a los grupos religiosos, y a los partidos políticos, para integrar un grupo, una asamblea de trabajo.
“De esta forma las decisiones de los gobiernos no se circunscriban a 3 ó 6 años, sino que estén pensados a 20 años y en un proceso pausado pero constante de cambio hacia lo mejor que pueda haber en un en una materia, si hablamos de educación tendríamos que armar esta suerte de grandes convenios”, expresa.
Se sabe que la figura que propone el ex alcalde de Toluca es exitosa en Barcelona, donde el estadio Montjuic inclusive es ahora sede del equipo de futbol Barcelona, devolviéndole funcionalidad, modernidad y espacios integrales a la infraestructura, que podrá ser disfrutada también por la comunidad involucrada.
“Esta suerte de esfuerzo en donde los gobiernos que van a llegar sienten a todos los interesados en estos temas, hablando por comunidades, permiten construir un acuerdo nacional, pero ahora en red para beneficio social”.
Educación es todos los días, no un título
Finalmente, el presidente del Consejo directivo de Euncet Business School Barcelona, propone cambiar la mentalidad y entender que la educación es todos los días, “todos tenemos que formarnos todos los días, así haya un doctorado de grado, un postdoctorado, es todos los días porque es un proceso formativo”.
Añade que la formación no solamente es un espacio educativo y “un cartón, es un tema de proceso permanente, constante y apasionado porque las personas que nos gusta aprender de todos y de todo, estamos todos los días observando cosas nuevas”.
Señala que la formación no tiene que ver necesariamente con un tema de grado académico de escolarización; hay procesos no escolarizados que están muchísimo más adelante que el aprendizaje formal escolar, y hoy tienen que ver con aprender a ser personas sanas, de bien, con el desarrollo de las llamadas habilidades suaves.
Copyright © 2024 La Crónica de Hoy .