
El pasado 1 de septiembre, agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) descubrieron un gran alijo de drogas oculto dentro de un horno de comida en un vehículo en el puerto de entrada de Eagle Pass, en Texas.
Durante una inspección secundaria en el Puente Internacional Camino Real, los agentes hallaron 31 paquetes que contenían 69 libras de metanfetamina y 2.6 libras de heroína, con un valor estimado en el mercado de $701,000. Las drogas estaban escondidas dentro de las paredes de tres hornos de comida situados en la parrilla del techo de una furgoneta Chevrolet Express del 2006.
La operación se llevó a cabo con la ayuda de una inspección no intrusiva y una revisión física más detallada del vehículo. Las autoridades de Seguridad Nacional han iniciado una investigación criminal y los interrogatorios están en curso.
No se ha revelado información sobre el sospechoso involucrado. Pete Beattie, director del puerto de Eagle Pass, destacó la importancia de la vigilancia y el uso efectivo de la tecnología para interceptar grandes cantidades de narcóticos.
Los esfuerzos del CBP forman parte de una campaña continua para frenar el tráfico de drogas en la frontera. Expertos en salud, como la Dra. Terri Beth Miller, han advertido que drogas como la metanfetamina, el fentanilo y la heroína no solo conllevan un alto riesgo de sobredosis y enfermedades crónicas, sino también un peligro significativo para la comunidad en general, incluyendo riesgos de exposición accidental para personal médico, policía y primeros auxilios.
En 2024, se han incautado más de 145,698 libras de metanfetamina a nivel nacional, incluyendo 132,655 libras en la frontera suroeste.
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