Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, anunció este jueves que el próximo domingo promulgará la controvertida reforma judicial que permitirá elegir por voto popular a los jueces, magistrados y miembros de la Suprema Corte de Justicia a partir de 2025.
Durante su conferencia matutina, el mandatario señaló que su iniciativa ya cuenta con el respaldo de más de la mitad de los congresos locales del país, un requisito indispensable para las reformas constitucionales.
López Obrador confirmó que la publicación de la reforma se realizará el 15 de septiembre, coincidiendo con la celebración del Grito de Independencia. “Es reafirmar que en México hay una auténtica democracia, que el pueblo elige a sus representantes, que elige a sus servidores públicos de los tres poderes", declaró el presidente.
La aprobación en los congresos estatales, que se completó este jueves, se realizó en tiempo récord, apenas 21 horas después de que el Senado aprobara la reforma el miércoles, y una semana después de la votación favorable en la Cámara de Diputados.
Sin embargo, el proceso legislativo estuvo marcado por protestas de trabajadores del Poder Judicial en diversos estados, como Puebla y Yucatán, quienes intentaron frenar las votaciones en los congresos locales. Además, el Congreso de Querétaro se pronunció en contra de la reforma, mostrando una división significativa en el ámbito político.
Con esta reforma, a partir de junio de 2025, los ciudadanos mexicanos podrán elegir en las urnas a los jueces, a los miembros de la Suprema Corte y a un nuevo Tribunal de Disciplina Judicial, que se encargará de sancionar a los juzgadores por posibles sentencias irregulares.
La reforma ha generado preocupación en diversos organismos internacionales, incluyendo la ONU, Human Rights Watch y la Asociación Internacional de Abogados, así como en socios comerciales de México, como Estados Unidos.
Las críticas se centran en el riesgo de una posible intromisión del Poder Ejecutivo y de grupos de interés, como el crimen organizado, en las próximas campañas electorales para elegir a jueces y magistrados.
A pesar de estas advertencias, López Obrador defendió la reforma argumentando que "eso es la democracia, no las élites de la llamada clase política, no la oligarquía, todos".
El mandatario reafirmó que cada ciudadano, conforme a la Constitución, tiene el derecho de votar y ser votado, destacando que la reforma es un paso importante hacia lo que considera una mayor democratización de las instituciones del país.
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