Lo resumió así el presidente del Consejo de Administración de Grupo Editorial Crónica, Jorge Kahwagi Gastine: “Ahora estamos juntos”…
Con esas tres palabras, los frutos de la Fundación Premio Crónica dejaron de ser imaginarios para convertirse en aportaciones tangibles y vivas, siempre a favor de la nación.
“Ahora estamos juntos” fue la frase de unión y esfuerzo colectivo con la cual arrancó un conjunto de actividades cobijadas por esta casa editorial, pero sobre todo por los científicos, académicos, investigadores y promotores culturales más importantes del país, quienes han sido galardonados a lo largo de 13 años.
A finales de junio de 2022, Kahwagi Gastine anunció el primer suspiro de la Fundación, la cual comenzó ya a albergar -en octubre- los premios anuales a “mexicanos de excepción” en los ámbitos de Ciencia y Tecnología, Cultura, Academia, Comunicación Pública y Compromiso Social.
También se detalló entonces que los premiados formarían parte de su Asamblea General y que el trabajo se enfocaría a la entrega de becas, en especial a jóvenes estudiantes o investigadores; a la integración de un foro para acercar a la población a los avances científicos y educativos, y a la realización de conferencias, exposiciones, recitales y talleres.
El Centro Libanés abrió sus puertas para albergar el evento “Reflexión Histórica: pasado y futuro de México”, con la participación del arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, el historiador Javier Garciadiego y el sociólogo Carlos Martínez Assad.
Y fue un encuentro reconfortante, de inspiraciones infinitas… Cada cual con su chispa y sabiduría.
“Buscamos un espacio de diálogo, donde se pueda hablar con libertad, con amor a México, que son las dos grandes divisas de este Grupo. No se puede negar que tenemos muchos problemas, y casi podríamos decir que estamos entrando a un callejón sin salida, pero sí tenemos salida, con todas estas mentes brillantes y generosas, que entregan su saber y conocimiento”, detalló Kahwagi en torno al objetivo.
Y eso ocurrió: hombres libres, inteligentes, luminosos…
Matus Moctezuma aludió a China, a los Mayas y a los Aztecas para ejemplificar cómo los poderosos intentan marcar su permanencia más allá de la muerte.
Aludió la Guerra de los Huesos, aquellos tiempos en los cuáles se presumieron los hallazgos de los restos de Hernán Cortés y del emperador Cuauhtémoc:
“En 1949 doña Eulalia Guzmán, una destacada historiadora, fue la que hizo el hallazgo en la iglesia de Santa María de la Asunción, en Ixcateopan (Guerrero) de los supuestos huesos de Cuauhtémoc, se armó el alboroto, por un lado había aparecido Cortés, y había que dar la contra réplica”.
“Pertenecí a una segunda comisión para investigar el caso, desde el enfoque de las excavaciones arqueológicas, junto a muchos otros especialistas en diversas materias. Se empiezan a llevar a cabo los trabajos y llega el momento de la conclusión, recuerdo aquella noche, el presidente nos invitó a los Pinos a rendir el informe. El resultado era que estos huesos pertenecían a ocho personas, entre ellos niños, no faltaría quien dijera: era Cuauhtémoc de chiquito, había un calcáneo, hueso en el pie, que tenía restos de quemadura, era un fraude, habían quemado el calcáneo para que fuera coherente con aquello que se nos relata de la quema de pies de Cuauhtémoc”.
Es impresionante, dijo, “como en todos los países se pretende manipular la historia tratando de ajustarla a intereses de los poderosos, y México no es la excepción”.
Garciadiego se concentró en el uso político de la historia: “¿Para que la utilizan los políticos? Para legitimarse como gobernantes, para deslegitimar a un opositor, para legitimar o deslegitimar movimientos políticos. López Obrador es de los que más utiliza la historia”.
Enlistó una cadena de reflexiones sobre la visión histórica del tabasqueño:
“Su visión es la de una historia maniquea, donde hay buenos y malos, así entiende también la política. Le gusta dictaminar: condenar o enaltecer, nunca hay términos medios”.
El concepto de la Cuarta Transformación, aseguró, “es paradójico: muy útil para una campaña electoral, pero muy peligroso en términos políticos e históricos, porque se juzgará en términos de la transformación que se realizó”.
López Obrador, enumeró, no considera los costos sociales de las transformaciones ni contempla transformaciones pacíficas.
“Las transformaciones se definen por sus adversarios: la Independencia luchó contra el Imperio Hispánico, la Reforma contra la intervención militar francesa, la Revolución contra la dictadura de Porfirio Díaz, ¿contra quien está luchando la Cuarta Transformación, contra el neoliberalismo? Pongámonos serios, ¿contra la corrupción, el PRIAN, ese es el enemigo histórico? Una de las condiciones que explican la concentración de poder de López Obrador es que llegó a la presidencia en un momento de total vacío de poder, el PRI y el PAN no existían en el 2018, eran nada, y lo mismo pasará en el 2024, porque hay un absoluto vacío de poder en la oposición”.
Martínez Assad comenzó poético, citando un pensamiento persa: “Nuestra existencia se agota en pocos días, pasa como el viento, mientras te queda un soplo de vida habrá días por los que nunca tendrás que preocuparte, el día que no ha llegado y el día que ya pasó”.
Y luego lanzó un dardo:
“El pasado y el futuro enfrentan un punto importante para poder hacer historia y ser justos: el de la verdad, los gobernantes prefieren distorsionarla, porque prefieren mentir antes que aceptar que no han alcanzado sus propósitos. Ya lo demostró Sara Sefchovich es su libro País de Mentiras, la mentira siempre ha caracterizado al poder en México, no sólo a los del poder actual, sino a quienes pasaron previamente”.
Al encuentro asistieron el ex rector de la UNAM José Narro Robles, el ex director del IPN Enrique Fernández Fassnacht, el coordinador de actividades culturales del Centro Libanés Nabih Chartouni y la senadora panista Kenia López Rabadán, entre otras personalidades.
En un salón repleto comenzó la historia. Y de aquí en adelante, lo resaltó Kahwagi Gastine, “estamos juntos”…
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