La depresión en los adultos mayores puede detonarse por la pérdida de su vitalidad, cambio en su ritmo de vida, disminución de sus funciones y capacidades, así como la muerte de su pareja, familiares o amigos cercanos que sin querer ni darse cuenta los va confinando a la soledad.
Ante tal panorama, es de suma importancia que este segmento de la población procure practicar de manera habitual actividades físicas, artísticas o artesanales, las cuales puede realizarlas en los Centros de Seguridad Social del IMSS.
En caso de que amigos o familiares identifiquen algún signo de depresión en un adulto mayor se debe considerar la conveniencia de acercarlos a servicios médicos para que tengan una adecuada evaluación y en todo caso ser canalizados a atención especializada.
En este contexto, la doctora María Trinidad Sánchez Ramírez, coordinadora auxiliar de Servicios de Prevención y Promoción de la Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en el Estado de México Oriente, señaló que la depresión es una enfermedad relacionada con una disminución en la serotonina, “que es un neurotransmisor que regula las emociones de bienestar y el sueño y provoca un cambio a la baja en energía que se ve reflejado en alteraciones en las que dominan los sentimientos de tristeza y baja de la voluntad, siendo los adultos mayores uno de los grupos más vulnerables”.
Asimismo, resaltó que si a esa condición se le suman otro tipo de factores como el hecho de que muchos adultos mayores comienzan a ser diagnosticados con enfermedades crónico-degenerativas como diabetes o hipertensión, así como una merma económica, porque no es lo mismo que sea trabajador en activo a que tenga alguna pensión o que incluso no tenga ninguna entrada financiera y las limitaciones económicas también suelen ser un factor de preocupación.
Mencionó que se debe estar atentos a señales como carácter irritable o colérico, apatía e indiferencia ante situaciones que antes disfrutaba, el dormitar de más, no bañarse, son signos y síntomas que no deben dejarse pasar por alto.
Asimismo, cuando una persona le da por comer menos de lo habitual o incluso, de lo necesario dado su estado de salud, o que ha optado por suspender sus tratamientos farmacológicos, hay que solicitar asesoría médica, ya que si no se atienden a tiempo estos síntomas repercuten en la disminución de energía, merma en sus actividades y en caso extremo la muerte y hasta el suicidio.
Para tratar la depresión en los adultos mayores, es necesario acudir a su Unidad de Medicina Familiar (UMF) de adscripción, donde podrán ser evaluados o, en su caso, enviarlo a una atención de segundo o tercer nivel de atención para que reciban el tratamiento adecuado.
Además, invitó a las y los adultos mayores a que tomen alguna de las actividades físicas, artísticas, artesanales y recreativas que se imparten en las UMF y en los Centros de Seguridad Social (CSS) del IMSS. Afirmo que es importante que se busque apoyo con un proceso terapéutico y se integre a grupos de adultos mayores, se haga ejercicio para mejorar la producción de la serotonina y se alimente de manera saludable.
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