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Atención a niñas, niños y adolescentes requiere atención integral

Se debe actuar con enfoque integral por parte de autoridades, familias y sociedad

Las educadoras y educadores en México comprometen su vida y trabajo para la infancia cuenta con la educación que le permite aspirar a un desarrollo relevante.

La atención a niñas, niños y adolescentes en el país exige una atención integral por parte de autoridades, padres, madres, cuiadadores y sociedad en general

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La encargada de despacho de la Secretaría Ejecutiva (SE) del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna), Constanza Tort San Román, aseveró que no hay tema que sea tan importante en cualquier tiempo, medio o lugar, que el de la atención integral a toda la temática que involucra a niñas, niños y adolescentes.

El enfoque de los derechos de niñez y adolescencia es una manera de actuar, vivir, definir escalas de valores y prioridades estatales, familiares y personales, por lo cual es importante, sostuvo, fijar metas y diseñar estrategias para conseguirlas, a partir de que las y los niños y adolescentes sean sujetos de derechos y que los adultos tienen la obligación de garantizar que esos derechos sean respetados de manera íntegra.

Las personas, abundó, somos corresponsables con este segmento de la población, por lo que no es válido voltear la mirada ante una circunstancia o situación donde se atestigüe que los derechos de esta población son vulnerados.

Así lo aseveró en el marco del foro virtual ‘Coordinación Interinstitucional para la Protección Integral’ organizado por la SE del Sipinna nacional, adscrita a la Secretaría de Gobernación, la servidora pública enfatizó que ahora se dispone de entidades internacionales y nacionales enfocadas a esta causa, y se cuenta con un marco normativo sólido, con un sistema de sistemas que llega a casi todos los rincones del país, con un programa nacional y con programas estatales y municipales que tienen varios frentes abiertos, sin embargo, aunque hay logros considerables –subrayó– faltan resultados que cada día son más urgentes.

“Hay avances y esfuerzos reales que deben reconocerse porque han dado frutos importantes, pero se necesita mucho más, pues la problemática es inmensa y muy compleja”, añadió.

Conseguir mejoras reales es posible –insistió–, pues “como contraparte de las dificultades, tenemos a nuestro favor que esta causa que nos une a quienes estamos aquí el día de hoy, a todas y todos importa. Nadie quiere niñas, niños o adolescentes maltratados; que no puedan jugar o aspirar a un buen futuro. Todas y todos queremos que se les ame, se les cuide y atienda en todas sus necesidades, pero no basta con querer, hay que actuar”.

Expuso que en estos espacios de diálogo se pueden construir los mecanismos de coordinación que son indispensables para cumplir las metas que millones de niñas, niños y adolescentes están demandando.

Las rutas de trabajo en materia de víctimas de las violencias, trabajo infantil, y embarazo temprano, así como de la falta de acceso a la justicia, con alimentación deficiente –sea por desnutrición, sobrepeso u obesidad–; en rezago y exclusión educativa, en situación de migración y solicitante de la condición de refugiado, indígenas y en situación de calle, por mencionar algunos, deben tener al centro el interés superior de niñas, niños y adolescentes.

El subdirector de Promoción de los Derechos Humanos de Niñas, Niños y Adolescentes de la SE del Sipinna nacional, Joaquín Torres Acosta, expuso que los sistemas nacional, estatales y municipales se crearon para asegurar una adecuada protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes y se encargan de establecer instrumentos, políticas, procedimientos, servicios y acciones para garantizarlos.

Dijo que las secretarías ejecutivas de los Sipinna trabajan en la coordinación operativa y articulación del sistema de protección en un marco de respeto a las atribuciones entre cada una de las instancias, con acciones colectivas, respuestas locales, diálogos intergeneracionales y generación de conocimiento para la acción social.