Banxico, el Banco de México, ha alertado sobre un problema que impacta en la economía mexicana. Además de los desafíos comunes como las fluctuaciones monetarias y los choques de oferta, el país enfrenta un enemigo adicional en la lucha por mantener la estabilidad económica: la extorsión.
Este problema ha cobrado fuerza en el país, con cárteles de drogas que ejercen una influencia profunda en amplias zonas del territorio.
En su afán de generar nuevos ingresos, estos grupos han recurrido a extorsionar a negocios, exigiéndoles el pago de dinero por protección. Según líderes de asociaciones empresariales, la extorsión ha incrementado los precios de algunos productos hasta en un 20%.
Aunque los datos concretos sobre el impacto de la extorsión en la economía son escasos, el problema ha comenzado a llamar la atención de funcionarios del Banco de México (Banxico) y expertos en políticas públicas.
El subgobernador de Banxico, Jonathan Heath, señaló que la extorsión no solo es un factor importante en la inflación, sino que su influencia está en crecimiento. A pesar de que México ha luchado con una inflación alta tras la pandemia de COVID-19, la inflación anual fue del 5.16% en la primera mitad de agosto, descendiendo desde un pico de dos décadas del 8.77% en 2022.
Sin embargo, sigue lejos del objetivo del 3% que se ha fijado Banxico. Heath calificó el problema de la extorsión como "estructural", lo que complica la capacidad del banco para alcanzar sus metas inflacionarias.
A principios de este mes, Banxico redujo su tasa de interés de referencia en 25 puntos base, situándola en 10.75%, en una votación dividida donde Heath votó en contra del recorte. Pese a esta medida, el banco advirtió que los precios podrían subir más de lo previsto anteriormente.
Los incidentes de extorsión en México se consideran ampliamente subnotificados, aunque los datos disponibles muestran un aumento considerable durante la presidencia de Andrés Manuel López Obrador, quien ha adoptado un enfoque menos confrontacional hacia los cárteles de drogas.
Durante su mandato, los casos registrados de víctimas de extorsión saltaron de 6,895 en 2018 a un récord de 11,039 en 2022, y aunque disminuyeron ligeramente a 10,946 en 2023, el problema persiste. La extorsión ha generado efectos que impactan la inflación y escapan a la dinámica económica tradicional, según Jacobo Rodríguez, analista de Roga Capital.
El Banco de México reconoció en un informe económico regional de 2023 que los delitos contra los productores, especialmente el robo y la extorsión, han incrementado los costos para las empresas y los precios al consumidor en productos básicos como aguacates, limones, cereales y otros alimentos.
Aunque no se ofrecieron cifras específicas, un líder sectorial, que prefirió mantenerse en el anonimato por razones de seguridad, indicó que la extorsión ha incrementado el precio de las tortillas en un 20% en algunas zonas.
En agosto, los precios de los limones aumentaron un 8% después de que los agricultores de Michoacán, el mayor productor de este fruto en México, dejaron de trabajar en protesta por el aumento de la extorsión, con cárteles exigiendo cuatro pesos (0.20 dólares) por kilo, más de la mitad del precio de venta habitual para los productores. (con información de MarketScreener).
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