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El paciente que permanecen una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), requiere cuidados especiales por su propia condición delicada de salud, por lo cual requieren monitoreo intensivo.
Al respecto, el doctor Salvador Ríos, director médico de Baxter Healthcare México, Centroamérica y el Caribe, señaló que la mayoría de los ingresos a una UCI, se debe a alguna falla respiratoria que requiere ventilación mecánica, operación del corazón, u otros padecimientos graves que ponen en peligro la vida y que requieren vigilancia continua.
Como parte de los cuidados médicos que estos pacientes requieren, enfatizó, es indispensable mejorar la movilidad de las personas en terapia intensiva, “porque cuando egresan experimentan múltiples complicaciones a nivel físico, cognitivo y de salud mental que complica su recuperación e impide que se adapten nuevamente a su estilo de vida”, señaló.
Explicó que en la Unidad de Cuidados Intensivos, además de la enfermedad que enfrentan los pacientes y la inmobilidad a la que se ven sometidos por la misma situación delicada de salud, comienzan a presentar insuficiencia renal, trastornos graves de la coagulación.
Además, cuando salen enfrentan el síndrome post-UCI que también impacta a su familia y ya que llegan a presentar ansiedad o depresión, problemas cognitivos y daños en sus habilidades físicas a nivel pulmonar, neuromuscular y de movilidad.
Al respecto, señaló que entre las principales causas por las que los profesionales de la salud no mueven a los pacientes es por el mito de que el reposo es necesario para la recuperación, el temor a que el paciente se desestabilice y porque al intentar moverlos pueden lesionarse, debido, en parte porque hay una población con altos índices de obesidad, el 75.2% de las personas mayores de 20 años tienen sobrepeso y obesidad, lo que complica al equipo médico maniobrarlos.
Esto hace necesario que se cuente con dispositivos médicos que faciliten la labor del personal de salud que reduce hasta en un 50% las lesiones a este personal, pero además, disminuye hasta en un 36% la estancia de los pacientes en la UCI, lo que permite acorta en un 50% las complicaciones pulmonares y en un 30% los costos generales del hospital.
Al respecto, refirió que cada paciente que permanece en una unidad de cuidados intensivos representa un gasto hasta por 54 mil pesos diarios, por lo que evolucionar y acortar la estancia en estas unidades beneficiaría al sector hospitalario público y privado.
La propuesta es contar con camas especiales de Baxter para terapia intensiva, que soluciona las readmisiones de las personas, reduce las estancias prolongadas, la duración total de la hospitalización, así como disminución del agotamiento del personal de salud y baja los costos destinados a la atención de estos pacientes.
El equipo es un modelo de última generación que brinda mayor protección a la piel de los pacientes, ayuda a reducir las complicaciones respiratorias y favorece la movilidad.
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