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Por fin después de 15 años de espera, el próximo estará lista para entrar en funciones la autopista Barranca Larga-Ventanilla (de 104.2 kilómetros), la cual comunicará a la ciudad de Oaxaca, con el destino turístico de Puerto Escondido, recorrido que se podrá realizar en tan sólo dos horas y media, con una reducción de casi cuatro horas.
En entrevista con Crónica, el titular de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), Jorge Nuño Lara, resaltó que la inauguración de la carretera, prácticamente, se convierte en una joya más de la corona, que se suma a las grandes obras que se han realizado en la presente administración.
En cuanto a la inversión total de esta carretera incluyendo obra civil, servicios asociados a la obra, ingeniería, más la liberación de derecho de vía que fue en tres fases: troncal más las dos fases de sobreanchos que se tuvieron que hacer suman 11,690 millones de pesos que corren por cuenta del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin) que es el concesionario.
Entrevistado en sus oficinas, el funcionario federal resumió, que hace 15 años, en el 2009, se otorgó la concesión de la autopista Barranca Larga-Ventanilla, a la concesionaria Omega, pero debido a que no alcanzó el cierre financiero y obtener los créditos que se necesitaban para la construcción, ésta se cedió a la empresa DIPESA, -que era ICA-, aunque el proyecto se vio afectado por diversos conflictos en comunidades locales, además de que la empresa entró en concurso mercantil.
Fue así como se dio la sesión a la concesionaria al Fondo Nacional de Infraestructura (FONADIN), aunque la obra ya registraba un avance del 50%, y en el 2018 con el inicio de la presente administración se reiniciaron los trabajos de construcción “y por fin el próximo 4 de febrero se entregará la obra terminada”.
La autopista cuenta con dos casetas, una en el entronque Barranca Larga y otro en Ventanilla, aunque, por el momento, señaló, se ha decidido “por un tiempo aproximadamente el primer año no se va a cobrar, para poder posicionar la autopista y darle una adecuada comunicación y promoción para que la gente la pueda usar”, con lo que, abundó, corresponderá a la próxima administración fijar la tarifa de las casetas.
Así, este próximo domingo, después del mediodía, cuando concluya la ceremonia de inauguración encabezada por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la autopista quedará abierta para los usuarios.
Nuño Lara resaltó que la carretera tiene una longitud de 104 kilómetros, y atraviesa la Sierra Sur para poder conectar al Valle de Oaxaca con la costa en Puerto Escondido y llegar a la comunidad de La Ventanilla, en tan sólo dos horas y media, mucho menos que lo que se hace de la Ciudad de México al puerto de Acapulco.
El funcionario federal reconoció que dicha autopista significó todo un reto técnico, en el cual se contará con: tres túneles, 15 entronques “lo que habla de la conectividad que va a tener con las 11 comunidades indígenas, de ocho municipios oaxaqueños y con lo que se verán beneficiados 11,000 habitantes”.
También se construyeron 10 puentes, que se necesitaron “para hacer una autopista con rectas y que no haya tantas curvas y tres viaductos además de que tiene tres túneles”.
Otro aspecto importante es que cuenta con 114 estructuras de cruce ya que la autopista dividía terrenos comunales y los dueños veían partida su tierra y está estructuras de cruce permitirán una mayor permeabilidad y que no se convierta en una barrera para los habitantes en el valle de los coatlanes.
El secretario Jorge Nuño Lara, aclaró que el principal problema que se enfrentó fue el derecho de vía lo cual, prácticamente desde el principio se buscó atender de la forma más adecuada, porque cuando se hizo la primera adquisición del derecho de vía sobre los primeros 20 metros, se percataron que no se había tomado en cuenta la adquisición de terreno adicional para la estabilización de los taludes.
Al respecto, comparó que en la autopista del sol México Acapulco mucho tiempo permaneció cerrada por reparación de taludes los cuales se hicieron muy verticales y con base en esa experiencia se adquirió terreno adicional, conocido como “sobreanchos”, que permitió abatir adecuadamente los taludes.
“Así se evita que no tuviéramos que recurrir a gastos de operación y mantenimiento mayores, ya que la condición orográfica de Oaxaca es bastante montañosa y el suelo suele ser arcilla no solo roca y esos taludes con arcilla cuando hay mucha humedad generan cierta inestabilidad”, puntualizó.
El secretario Jorge Nuño Lara reconoció que un tema aparte han sido los conflictos sociales que se han tenido que enfrentar, negociar y resolver cuando se ha podido, con las comunidades sobre todo cuando colindan un municipio y otro.
“Nos dimos a la tarea de visitarlos uno por uno hasta resolver los problemas, quizá en algunos casos había que realizar obras de infraestructura: una cancha, reparar una escuela... y esas demandas se fueron atendiendo para que recibieran un beneficio, pero lo principal siempre fue convencerlos de que la autopista les traerá un beneficio muy importante”.
El funcionario reconoció que a lo largo de los años y conforme fueron avanzando la construcción “el ambiente que se percibe entre la población es de mucha festividad, la gente está muy entusiasmada de poder utilizar esta autopista, incluso en el periodo de construcción hubo un día que tuvimos más de mil vehículos circulando, lo que habla de la gran necesidad de contar con esta autopista”.
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