El foco rojo en los cuarteles orientales de la Guardia Nacional está parpadeando: desde 2022 diferentes detenciones de asaltantes y extorsionadores de transportistas en la autopista México-Puebla han arrojado la aprehensión de elementos del Ejército incorporados a la Guardia Nacional. El último de ellos, que subió el grado de alerta, fue el pasado 15 de febrero y, contrario a lo que podría esperarse luego de las primeras capturas de uniformados deshonestos, la célula criminal estaba integrada por uniformados de la Guardias Nacional de diferentes turnos que, coordinadamente, usaban el equipamiento oficial en acciones que se prolongaban a lo largo de varias horas de vigilancia.
Por ello la preocupación es que, mientras los contingentes de la Guardia Nacional en Puebla se organizan para atacar a las bandas de asaltantes y extorsionadores de transportistas, malos elementos de la misma corporación están montando sus propios negocios de atraco.
El pasado 13 de febrero tuvo lugar un suceso en el que dos turnos de la Guardia Nacional se coordinaron para efectuar una extorsión en las zonas de mayor peligro para los transportistas. Se trató de uno de los múltiples talleres mecánicos en la zona, un tipo de negocios profundamente ligado el tráfico carretero y que, a la par de los asaltos a tráileres, están siendo diezmados por cobros de derecho de piso.
El Cuartel General de la 6ª Brigada que coordina las acciones del Ejército Mexicano en Puebla (incluyendo a la Guardia Nacional), recibió un reporte, del que Crónica tiene copia, en el que se especifica que el propio mando a cargo de la estación Zaragoza y las carreteras, se movilizó en una unidad oficial y al parecer por casualidad, coincidió con otra unidad de la Guardia Nacional en el punto carretero 112+400 Km de la Federal 150D México-Puebla.
En el segundo vehículo, una radiopatrulla con número 16745 estaba el subagente Leonel H, quien, junto con su compañero, tenían detenida a una persona en la parte posterior de la unidad. Cuando el jefe del Cuartel General preguntó por la causa, no recibió ninguna respuesta válida y entrevistó personalmente al detenido.
La persona detenida señaló que estaba detenido hasta que su patrón, el dueño de un taller, entregara dinero. Además, indicó que había sido detenido desde la mañana por otros miembros de la Guardia Nacional y que los de la unidad 16745 lo habían recibido a él como rehén por el cambio de turno.
Desde ese momento, los dos elementos de la Guardia Nacional que custodiaban al ciudadano se negaron a responder más preguntas y fueron arrestados. Miguel R. y Alexis I., fueron llamados al cuartel general, pues son ellos a quienes relevaron los guardias nacionales que custodiaban al rehén.
Al final del día, cuatro miembros de la Guardia Nacional que han usado coordinadamente su equipo, uniformes, vehículos y el nombre de la corporación fueron detenidos al descubrirse que están operando contra transportistas.
La investigación arrojò que la persona que fue tomada como rehén había sido detenida a bordo de un camión Torton, probablemente robado y sería trasladado a una bodega donde lo ocultarían.
Asimismo, se destaca que en el interior de la radiopatrulla se localiza una maleta con fajos de billete.
Derivado de esta afortunada situación, todos los elementos a cargo de la vigilancia de un sector carretero de la autopista México-Puebla que debería estar combatiendo los asaltos a transportistas terminaron ante el Ministerio Público del Fuero Federal, con la puesta a disposición correspondiente.
El informe policial no refiere por qué el mando de la estación Zaragoza realizó ese rondín que culminó con la captura de malos elementos de la Guardia Nacional. No se refiere si había sospechas o sencillamente fue la suerte la que lo llevó a capturar a estos deshonestos elementos.
Si fue la suerte, fue muy generosa: ese día el oficial al mando era un militar operativo, no de escritorio, colocado allí en forma provisional como jefe de la estación Zaragoza. Es probable que en realidad se tratara ya de pesquisas para atrapar a quienes estaban traicionando a sus compañeros y a la institución.
¿Por qué la preocupación extrema en la Guardia Nacional? Es probable que se deba a que desde el año pasado se acumularon señales de lo difícil que es ese terreno, el carretero, para operar una corporación policial: los elementos están lejos de su base, permanentemente, con poca vigilancia real de sus acciones y en zonas donde hay mucho dinero en efectivo circulando.
También desde hace dos años se detectaron y aseguraron talleres que clonaban uniformes de la Guardia Nacional y del Ejército. Pero que sean elementos en activo de estas fuerzas federales ya detona es otro nivel de alerta.
Una acción del año pasado mostraba el modus operandi de quienes, desde el Ejército y la Guardia Nacional, querían delinquir atacando a transportistas y a los talleres. El 11 de octubre de 2023, una célula de extorsionadores a pequeños negocios cayó en los alrededores de Texmelucan. La acción fue reportada inicialmente como una aprehensión atendiendo una denuncia. En realidad, la familia del dueño de un taller mecánico que estaba siendo golpeado al no pagar una extorsión, logró someter a los dos delincuentes y fueron ellos quienes llamaron a las autoridades.
Los propios guardias nacionales que llegaron al lugar y que realizaron la detención notaron que algo andaba mal al ver las armas, similares a las que ellos portaban.
Luis JN y Rogelio SN, actualmente en proceso penal, fueron registrados y se les encontró una identificación como miembro activo del ejército. Poco después, aparecieron identificaciones de la propia Guardia Nacional.
Eventos indebidos con uso de las patrullas también son otro indicador que ha desatado preocupación de los mandos. Un ejemplo de ello hace apenas unos días, una serie de disparos son reportados por la ciudadanía en una pequeña población poblana. Los agentes estatales que arriban encuentran una radiopatrulla de la Guardia Nacional (la 19265) en la que los uniformados federales están bebiendo y con casquillos percutidos rodeándolos.
Las detenciones y sanciones se dan, pero la alerta continúa en el cuartel occidente de la Guardia.
Consultados sobre estos temas, inspectores de la antigua Policía de Caminos, desaparecida este sexenio, comentan fuera de grabación a Crónica: “Son muchachos muy jóvenes, sin experiencia y recién incorporados. Se les instruye unos meses, se les pone el uniforme y se les manda a puntos muy calientes donde hay mucho dinero circulado”.
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