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Un muerto deja otro ataque a transportistas de Chilpancingo; van siete días sin transporte

Se cumplieron siete días de una paralización del servicio en Chilpancingo, derivado de las amenazas, extorsiones y ataques armados contra choferes del transporte local y foráneo

Especial

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Chilpancingo amaneció este martes como ciudad fantasma, sin transporte público, con escuelas cerradas y muchos comercios con cortinas abajo como consecuencia de la violencia desatada por el crimen organizado que tiene en jaque a esta zona turística del estado de Guerrero, luego de que un grupo armado atacó el lunes a balazos una base de camionetas del transporte, lo que dejó un chofer muerto y una persona más herida.

La agresión se registró la noche del lunes sobre la glorieta de la colonia Javier Mina, cerca de la capilla de San Judas, donde la base de transporte que cubren la ruta del Mercado Central Baltazar R. Leyva Mancilla fue atacada por hombres armados.

El chofer que perdió la vida fue identificado como Alejandro “N”, mientras que un transeúnte identificado como Leonardo “N” resultó herido de bala.

Este martes se cumplieron siete días de una paralización del servicio en Chilpancingo, derivado de las amenazas, extorsiones y ataques armados contra choferes del transporte local y foráneo.

De acuerdo con la agencia Quadratín, desde el pasado 5 de febrero y hasta el lunes 12 han sido asesinados cinco choferes, cuatro de ellos de la capital y uno de la ruta a Tixtla.

Guerrero y varias de sus ciudades turísticas como Acapulco y Chilpancingo no ha tenido la atención en refuerzo en la de seguridad por parte del Gobierno Federal como otros estados del país.

En el caso de Chilpancingo, en las paradas de ascenso y descenso del transporte público se observó a muchas personas que pacientemente esperan una camioneta que los acerque al Mercado Central Baltazar Leyva Mancilla, al Hospital General Raymundo Abarca, a las colonias Independencia, CNOP o hacia el sur, como a Galerías, el Congreso del Estado o a las oficinas del Palacio de Gobierno, que son las pocas rutas que decidieron brindar servicio.

El problema de inseguridad que enfrenta el transporte público, los choferes de las rutas que este martes decidieron laborar impusieron la tarifa del pasaje en 10 pesos, tres pesos más de lo habitual.

Este nuevo precio se cobra sin ninguna explicación ni tampoco se muestra la autorización de la Comisión Técnica de Transportes y Vialidad, que es la encargada de regular el precio del servicio.

En el mercado Baltazar Leyva se puso a disposición dos patrullas de Protección Civil municipal que el Ayuntamiento ordenó que sirvieran como camionetas pasajeras y llevaran a los habitantes a sus destinos.