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Cursos de Verano en México: ¿Beneficios reales o sobrecarga para la Familia?

Su origen fue académico, expertos sugieren hoy que cursos sean para aprender habilidades, dejen escuela fuera, y Padres protejan a sus hijos contra abusos

Lo que debe saber antes de inscribir

Los niños deben opinar sobre qué curso desean experimentar, y los Padres cuidarlos contra abusos.

Los niños deben opinar sobre qué curso desean experimentar, y los Padres cuidarlos contra abusos.

Archivo

En México, la llegada de las vacaciones escolares significa alegría sin par para la mayoría de los estudiantes y también una preocupación extra para papá y mamá que deben seguir trabajando y no cuentan con la oportunidad de un descanso como el de sus hijos, y alguien debe cuidar de los menores mientras ellos atienden las responsabilidades profesionales.

A unas semanas de que 34 millones 941 mil 380 alumnos inicien sus vacaciones de verano a partir del 16 de julio, surge desde ahora en los hogares una pregunta que puede significar emoción o molestia para los chicos de la casa, y una preocupación extra para los Padres... 

¿Inscribirlos a un curso de verano?

Salvo en el caso de la primera infancia, de 0 a 5 años, lo recomendable es que los hijos de 6 a 15 años que sean susceptibles de ser inscritos en algún proceso veraniego, formen parte de la decisión y elección que sea posible para la familia, ese es el primer paso que los expertos sugieren: inclusión y diálogo familiar para determinar la opción.

De Vasconcelos a los Videojuegos

Los Cursos de Verano son una opción muy popular actualmente; en algunos espacios ya puede ser visto el marketing sobre estas alternativas que también son un negocio necesario para los dueños de escuelas, clubs, o academias de aprendizaje extraescolar, pues en las vacaciones disminuye la matrícula de alumnos, pero no bajan gastos de nómina, luz, y renta, para los propietarios.

Aunque su origen fue pensado para regularizar a personas con rezago educativo, hoy estas opciones son muy distintas, variadas y desde diferentes disciplinas; incluso para distinguir niveles socioeconómicos pues alrededor de ellas hay creencias y prejuicios muy arraigados.

José Vasconcelos, Apóstol de la Educación, creó el primer Curso de Verano en México.

José Vasconcelos, Apóstol de la Educación, creó el primer Curso de Verano en México.

Archivo UNAM

Hace más de 100 años el entonces rector de la UNAM, José Vasconcelos, impulsó la iniciativa de ofrecer lo que en otras partes del mundo se conocía como “cursos de verano para extranjeros”, y en julio de 1921 se abrió el primer ciclo, que incluía estudios de lengua y literatura españolas e historia y arte de México. Así nació la primera escuela de este tipo en el país.

Dado el perfil de Vasconcelos y lo que buscaba hacer para el pueblo de México desde la educación pública, los maestros que impartían cursos de verano eran autoridades como Carlos Pellicer o Jaime Torres Bodet, de gran reputación académica, muy diferente a lo que hoy puede verse en algunas escuelas, donde el “Profe de Verano” en ocasiones estudia su carrera y buscó en qué emplearse en sus vacaciones.

Así fueron evolucionando hasta lo que conocemos hoy en día, con los cambios vertiginosos en una Ciudad como la de México, que demanda diariamente de tres a cuatro horas de traslado por persona, con Papá y Mamá trabajando fuera del hogar, y una incesante y creciente oferta digital en videojuegos y apps que tampoco ayudan a un sano desarrollo de los menores en casa.

Niños en casa suelen pasar horas frente a videojuegos, durante el verano. Necesitan alternativas sanas.

Niños en casa suelen pasar horas frente a videojuegos, durante el verano. Necesitan alternativas sanas.

Archivo UNAM

¿Cómo elijo la mejor opción?

Para Laura Ramírez Mejía, directora de Activación de Mexicanos Primero, los Padres deben considerar que los niños y niñas aprenden siempre, por ello son tres los fundamentos para elegir un curso de verano: las instalaciones, qué personal va a estar a cargo, y los riesgos adicionales que derivan de las actividades.

Durante una conversación exclusiva con Crónica, explica que es muy importante entender que los chicos no necesitan únicamente aprender las materias tradicionales de la escuela, eso debe quedarse en la escuela, porque ellos necesitan descansar la mente, emociones, el cuerpo.

Las niñas y niños, para crecer plenamente también necesitan desarrollar otras habilidades, cada vez lo vemos más en la neurociencia, que fomenta el necesario aprendizaje en arte, deporte, y ahora por la parte de tecnología, robótica, cocina, educación financiera, programación”, señala.

Laura Ramírez, de Mexicanos Primero, sugirió tres fundamentos para elegir un curso.

Laura Ramírez, de Mexicanos Primero, sugirió tres fundamentos para elegir un curso.

Laura Ramírez Mejía

Añade que los adultos, profesores, padres y encargados, “deberíamos estar muy pendientes de cómo son y cuáles son esos espacios óptimos para el aprendizaje; lo primero es que sean instalaciones seguras”.

Explica que este es un tema relevante porque los cursos de verano no suelen estar regulados, a diferencia de las escuelas que, aunque carecen de una correcta infraestructura, son responsabilidad de las autoridades, cuidarlas y mantenerlas, tanto los gobiernos federales, estatales, incluso municipales, pues tienen que echar ojito que sean espacios seguros”.

Explica que para los cursos de verano las familias tienen un extra de responsabilidad de revisar cómo son las instalaciones.

“Hay que cuidar mucho aquellos espacios que no están óptimos para tener a las niñas y los niños, es muy importante que las mamás y los papás se enteren de cuántas niñas y cuántos niños están en ese espacio, porque a veces es un espacio un poco improvisado”, y estarán amontonados sin capacidad para disfrutar.

¿Quién organiza el curso?

Sobre el segundo fundamento, Laura Ramírez Mejía sugiere revisar quién organiza el curso. “Muchas veces, y esto es algo bueno, hay maestras y maestros de escuelas públicas y privadas, que organizan o apoyan en estos cursos y tienen la experiencia para tratar con los niños”.

Detalla que hay otras profesiones que también están preparadas para cuidar a los menores, como la Puericultura o la Psicología Infantil, y quien esté a carga del curso debe tener experiencia en el cuidado de las niñas y los niños y saber de primeros auxilios; es bueno que las mamás y los papás lo puedan preguntar antes de inscribir al curso a sus hijos.

Personas en el Curso de Verano deben acreditar que saben tratar a niñas y niños.

Personas en el Curso de Verano deben acreditar que saben tratar a niñas y niños.

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Riesgos Adicionales

Sobre los riesgos adicionales que derivan de las actividades, la directora de Activación de Mexicanos Primero, sugiere que “si los niños y las niñas van a tomar un curso que incluye natación, saber qué pasa pues con la alberca, que tengan una supervisión constante, y conocer aquellas condiciones específicas de ciertos riesgos adicionales”.

Está buenísimo que las niñas y los niños naden, pero tiene que haber una persona pendiente fuera de la alberca que pueda responder a una emergencia, advierte; lo mismo para el caso de cursos de robótica, que usan soldadura y electricidad, necesitan alguien que sepa cuidarlos y asistirlos en caso de accidente.

Laura Ramírez señala que es muy importante revisar con los hijos e hijas cuáles son esas actividades que quieren realizar en las vacaciones.

Vacaciones son para descansar

“Recordemos que las vacaciones son un tiempo de descanso y las niñas y los niños también necesitan que su cerebro, cuerpo, y mente descansen para el ciclo escolar que viene”.

Es muy importante preguntarles en la medida de lo posible qué les gustaría de un curso, tener en cuenta su opinión para que sea un tiempo disfrutable, “que no sea solamente para salvaguardar mientras mamá y papá trabajan y que el niño haga algo, sino buscar en la medida de las posibilidades que las niñas y los niños hagan algo que les guste, una oportunidad de aprendizaje”.

La especialista insistió que el curso de verano no sea aprendizaje académico, ni de calificaciones, ni técnico, “pero sí de aprendizaje de otras habilidades, para la vida, el carácter, es muy conveniente en la medida de lo posible”.

Brújula de Compra

Para ayudar a los Padres a encontrar alternativas correctas para la economía familiar, la Procuraduría Federal del Consumidor implementó la “Brújula de compra”, una herramienta digital que muestra los precios de cursos de verano, comparativas, y sus principales características.

La herramienta digital de la Profeco ayuda a los Padres a tomar una mejor decisión.

La herramienta digital de la Profeco ayuda a los Padres a tomar una mejor decisión.

Profeco

La Profeco informa que existen empresas, deportivos, escuelas, instituciones de gobierno, delegaciones, municipios y parques que ofrecen diferentes cursos de verano enfocados a desarrollar capacidades académicas, intelectuales, físicas, sociales, e inclusive artísticas de los menores.

Categoriza los cursos en recreativos, para que los niños jueguen, se ejerciten, socialicen y además aprendan; de regularización, sobre diferentes materias escolares que les permite mejorar académicamente (no recomendado por Laura Ramírez Mejía); y didácticos, deportivos y artísticos, que desarrollan actividades deportivas y científicas.

Especial

Profeco sugiere revisar que el Marketing sea genuino y claro.

Archivo

La Profeco resalta que el 77.5 por ciento de los cursos de verano se llevan a cabo de lunes a viernes y la duración es de 4 a 5 horas al día, principalmente; en 60.8 por ciento de los cursos, los niños tienen que llevar al curso lunch, alimentos y bebidas, que incrementa el costo.

Añade que, en el 59 por ciento de ellos, el monto total del curso se liquida al realizar la inscripción; en caso de que los padres o tutores decidan que el menor ya no acudirá, 73.5 por ciento de los establecimientos especifican que se pierde el 100 por ciento del monto pagado, por tanto, es importante que el prestador informa claramente esto y tener la certeza de que el menor acudirá.

Marketing Engañoso

Profeco también sugiere a los Padres cerciorarse que sea un curso de verano serio y profesional, con organizadores comprometidos de tiempo completo con su labor; “además, solicitar información sobre los programas y actividades que se realizarán para saber si le interesan al niño, y tratar de conocer quién es la persona que directamente instruirá a su hijo, muy importante”.

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Serán revisados candidatos y sus equipos de campaña y comunicación, para evitar que mientan.

Finalmente, la dependencia explica a los Padres que, “si les cobran indebidamente, no respetan lo acordado o les niegan el servicio, “Profeco te respalda, sólo llama al ‘Teléfono del Consumidor’ 55 5568 8722 ó 800 468 8722, o envía un correo electrónico a: asesoría@profeco.gob.mx”.

Adicionalmente, sugiere revisar que la información contenida en su publicidad corresponda a lo que realmente ofrece el curso, porque “existen anuncios publicitarios que harían cualquier cosa con tal de ganarse tu preferencia; ante una publicidad engañosa denúnciala llamando al ‘Teléfono del Consumidor’ o envía un correo a publicidadenganosa@profeco.gob.mx”.