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Defiende la Universidad carácter nacional con 132 carreras

Es la institución con mayor oferta académica a nivel licenciatura en México y AL. Aun en crisis sanitaria, abre Ingeniería Aeroespacial, Ciencias de la Nutrición Humana, Matemáticas para el Desarrollo y, por primera vez, aborda el Turismo desde un enfoque sustentable.

Jóvenes disfrutan de un día de campo en el parque
Recorrido por la UNAM dónde se aprecia a los estudiantes disfrutar de las instalaciones en sus tiempos libres. Recorrido por la UNAM dónde se aprecia a los estudiantes disfrutar de las instalaciones en sus tiempos libres. (Adrian Contreras)

Mientras la pandemia azotaba al país y al mundo, y los paralizaba, la Universidad Nacional Autónoma de México era bocanada de aire fresco, motor de aventuras nuevas…

De febrero de 2020, cuando se registraron los primeros casos de COVID, a enero de 2022, controlada ya la crisis, el Consejo Universitario aprobó cuatro nuevas carreras, para llegar a 132, la institución con mayor oferta académica a nivel licenciatura en México y América Latina.

Dos se abrieron en el campus central, en la Ciudad de México: Ingeniería Aeroespacial, en la Facultad de Ingeniería (febrero de 2020) y Ciencias de la Nutrición Humana, en la Facultad de Medicina (diciembre de 2020). Ambas arrancaron desde 2021 su primer ciclo escolar.

Y dos, en las Escuelas Nacionales de Estudios Superiores (ENES´s) impulsadas por la Universidad desde hace poco más de una década para extender sus brazos en diversos estados de la República: Turismo Sustentable, en la Unidad de León, Guanajuato (septiembre de 2021) y Matemáticas para el Desarrollo, en la de Juriquilla, Querétaro. Las primeras generaciones se alistan para comenzar en agosto próximo.

Poco antes del atolladero sanitario, se había avalado la carrera de Ciencias Agroforestales en la ENES de Morelia, Michoacán.

“Las aperturas defienden el carácter nacional de la Universidad. Ya no puede centrarse todo en CU, donde estamos saturados. La idea es alentar nuevos espacios en diversas entidades, en instalaciones cómodas y modernas, y cuidando planes de estudio y nivel docente”, señala a Crónica Imanol Ordorika, director de Evaluación Institucional.

“Desarrollar otras opciones académicas lleva mucho tiempo: pasa por Facultades afines y por los tres Consejos: el Técnico, el de Académicos de Área y el Universitario. La concentración de las preferencias estudiantiles aún es muy alta: la mayoría quiere Medicina, Derecho e Ingeniería. También ha crecido mucho la demanda en Ciencias. Medicina Forense y Negocios Internacionales han tenido mucho éxito. Todas, en general, responden a los intereses que emergen de la población”.

La UNAM, vapuleada desde la esfera presidencial, no solo es casa de instituciones esenciales y únicas para México -como se ha descrito en estas páginas cada lunes-, sino amplio abanico de pasiones y esperanzas en beneficio de más de 360 mil jóvenes mexicanos.

Esta vez vamos a la tierra de las tradicionales “guacamayas”: tortas de chicharrón, cueritos y pico de gallo, a territorio leonés, donde se inauguró la primera ENES en 2011: en aquel entonces fue para responder a una necesidad básica de salud, con la apertura de la carrera de Odontología. En todo Guanajuato, ninguna universidad pública ofrecía esa opción.

Hoy se apuesta ahí por el Turismo, tema clave para México, abordado por primera vez en la Máxima Casa de Estudios. Y no cualquier turismo, es uno sustentable, acorde con el cuidado del medio ambiente y la identidad de las comunidades.

La actividad turística aporta el 8.8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país, el cual se ubica entre los 10 primeros lugares del mundo en la contribución de ciudades y destinos de viaje.

“Después de la pandemia, uno de los retos principales es activar la actividad turística. Esta licenciatura fue planteada desde 2019, se hizo una encuesta de factibilidad, de pertinencia, acorde con los objetivos de desarrollo sostenible adoptados por la ONU en la Agenda 2030. El turismo genera empleos, rescata tradiciones y cultura, preserva el patrimonio natural, integra a comunidades vulnerables y sirve al desarrollo social y económico”, dice a Crónica la doctora María Concepción Arenas, Secretaria General de la ENES.

-¿Por qué en Guanajuato? -se le cuestiona.

-Porque es un estado con uno de los corredores industriales más importantes del país, que implica municipios como Silao, Salamanca, Celaya, Irapuato y el mismo León. Tiene una vocación turística: es de los pocos que cuenta con un Observatorio, alberga dos ciudades consideradas Patrimonio de la Humanidad: Guanajuato y San Miguel de Allende y seis pueblos mágicos. Pese al COVID, se han contabilizado desde 2018 más de 5.7 millones de turistas.

En León, la UNAM da cobijo a mil 200 estudiantes (tanto de licenciatura como de posgrado) de 21 entidades de la República: aunque el 60 por ciento corresponde a Guanajuato, en el otro 40 por ciento hay alumnos originarios de una veintena de estados, lo cual refrenda su rasgo nacional. La primera generación de turismo sumará otros 30 chicos, de diversas procedencias. “Serán pocos al arranque, porque el objetivo es darles una formación completa e integral, con la infraestructura y capacitación adecuadas. El crecimiento será gradual”, apunta Arenas.

-¿Qué hace diferente esta carrera de turismo en la UNAM a la de otras universidades?

-El modelo educativo flexible, innovador, porque incluye asignaturas optativas con un enfoque cultural, sostenible, de igualdad de género y derechos de las comunidades; la prioridad a los idiomas como parte de su plan de estudios y, desde el primer semestre, la implementación de laboratorios con los componentes de docencia e investigación, el énfasis en las prácticas de campo, con dos de los 10 semestres enfocados completamente a ello.

Para los estudiantes foráneos la Universidad ha diseñado un esquema de apoyo integral, para contribuir en su adaptación: se les asigna un tutor de grupo durante toda la carrera y, en algunos casos, puede ser personalizado; se abrieron dos áreas de atención para dar seguimiento a su desarrollo académico y bienestar fuera de las instalaciones: el área de desarrollo psicoeducativo y servicios a la comunidad.

Con el respaldo ciudadano, se ha logrado conformar una colonia para los universitarios: Tepetates, a menos de diez minutos a pie de la ENES; casi el 40 por ciento de quienes vienen de fuera, viven ahí. Aun para quienes rentan un poco más lejos, se gestionaron horarios extendidos de transporte.

“Una de las peculiaridades de la UNAM y de las ENES es el acompañamiento a los chicos, en especial cuando se abren nuevas escuelas o carreras. Nunca los dejamos solos”, refiere la doctora Concepción.

-¿Cómo afronta la institución el tema de la inseguridad, dado que Guanajuato es de los estados con índices altos de violencia?

-Siempre se ha tenido buena sinergia con los gobiernos locales: el municipio proporciona vigilancia y organiza constantes rondines. Hay una cámara directa del C4 a las instalaciones y se han colocado botones de pánico dentro de la escuela, a lo largo de sus 35 hectáreas construidas.

La UNAM transita entre emociones diferentes. Es camino inagotable, fecundo…

“Para estas nuevas aperturas -describe Ordorika-, había dos caminos: uno, crear especializaciones, y otro: encontrar intersecciones entre distintas carreras tradicionales y establecer algunas intermedias: geografía sociohistórica, gestión de proyectos culturales, y demás. Veremos cómo va creciendo el interés del estudiantado por esa apuesta”.

“La demanda es muy dinámica. Hasta hace pocos años, por ejemplo, todo mundo quería computación y ahora ha bajado el interés. La Universidad debe tener la flexibilidad necesaria para abrir y cerrar, para abrir y fusionar, es parte de la evolución en pro del país”…

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