La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel, la cual se caracteriza por síntomas como: enrojecimiento e inflamación de la piel, comezón intensa, pequeñas protuberancias que pueden cubrirse con una costra e incluso supurar líquido, protuberancias ásperas en cara, parte superior de uno o los dos brazos y muslos.
También se registran cambios en la piel alrededor de boca, ojos y orejas, debido a que la dermatitis atópica, tiene un componente hereditario, pues 70% de las personas diagnosticadas presenta antecedentes familiares de dermatitis atópica u otros padecimientos atópicos como asma y/o rinitis.
Debido a que esta enfermedad de la piel, tiene un origen multifactorial que resulta de la interacción de factores ambientales e inmunológicos, en personas genéticamente susceptibles, por lo cual, suele ocurrir que la sintomatología que se presenta en estos pacientes pasar desapercibida para los médicos de primer contacto, y en consecuencia no se le prescribe el tratamiento adecuado desde el principio, acorde a las necesidades de cada paciente.
En este sentido, la doctora Norma Torres, gerente médico de Inflamación e Inmunología de la farmacéutica Pfizer explicó que en la dermatitis atópica participan un gran número de factores inmunológicos y no inmunológicos.
Explicó que entre los factores no inmunológicos tiene una carga importante la carga genética, ya que hasta en un 70% de estos pacientes tienen antecedentes familiares con dermatitis atópica, así como cuestiones psicológicas y agentes bacterianos, dependiendo de cada individuo. También una hiperreactividad del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal puede explicar en parte la erupción que se produce en esta enfermedad en situaciones productoras de estrés.
La especialista resaltó que es de suma importancia no perder de vista que este padecimiento en la piel tiene un origen más profundo, que sólo lo que el paciente puede ver en el espejo, y la única posibilidad de controlarlo, es en el consultorio, con un profesional de la salud que atienda a cada paciente de manera personalizada, ya que en algunos casos, ni siquiera los propios padres de pacientes infantes o adolescentes saben qué es lo que está sucediendo con la piel de sus hijos y/o hijas.
La doctora Norma Torres indicó que entre otros factores de riesgo, están: el embarazo, cuando se puede desencadenar este padecimiento en los hijos, como son: factores maternos no modificables como: la diabetes gestacional, eccema activo durante el embarazo y antecedentes prenatales de alergia.
Entre los factores maternos modificables como: la exposición a antibióticos durante el embarazo, el tabaquismo pasivo, los productos químicos industriales o los metales pesados y la contaminación del aire exterior.
Por lo que se refiere a los factores relacionados con la dieta materna se encuentran en primer lugar el consumo de alcohol y un mayor aumento de peso durante la gestación.
Recordó que aunque en este momento no existe ningún fármaco que permita prevenir padecimientos que tengan carga genética, si se debe acudir con un profesional de la salud, ya que además de ayudar a aliviar los síntomas físicos de la dermatitis atópica, y con ello reducir la carga social y psicológica que ocasiona este padecimiento, en la escuela o el trabajo y que impacta en una menor productividad escolar, laboral y exclusión social, ya que hay quienes piensan que esta enfermedad de la piel, es un padecimiento contagioso.
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