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El cáncer de ovario puede ser curable a cinco años en 90% de los casos detectados en etapa uno, es decir, cuando inicia y aún no causa síntomas, en tanto que cuando el diagnóstico se hace en la etapa II, existe hasta un 70% de probabilidad de recuperación.
Lamentablemente cuando este tipo de cáncer se detecta en etapas III o IV, las probabilidades de cura se reducen a un 40%.
El cáncer de ovario es la octava causa de cáncer, por lo que el INCan invita a las mujeres mayores de 40 años a acudir a consultas ginecológicas de forma periódica y llevar estilos de vida saludable.
Así lo informó el responsable del programa Cáncer de Ovario y Endometrio (COE) del Instituto Nacional de Cancerología (InCan) de la Secretaría de Salud.
Se destacó que dicha neoplasia es silenciosa cuando inicia, toda vez que no presenta síntomas y cuando aparece se puede confundir con otras enfermedades, sin embargo, hasta un 80% de las mujeres que son diagnosticadas ocurre en etapa avanzada, lo que reduce la probabilidad de supervivencia mayor.
Es importante mencionar que existen diferentes tipos de cáncer: epitelial de ovario, epitelial, germinal, estroma ovárica, cordones sexuales y metastásico, y se clasifica dependiendo de la zona del ovario donde se originó.
Respecto a los diferentes tipos de cáncer de ovario, el más común es el epitelial, el cual se presenta en mujeres adultas de 50 a 60 años, por lo regular diagnosticado hasta en un 80% de los casos en etapas avanzadas III y IV.
A su vez, los cánceres denominados germinales, se presentan en mujeres jóvenes de 20 años y 80% se detecta en etapas tempranas I y II.
Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Ovario, que se conmemora el 8 de mayo, es importante resaltar la importancia de que las mujeres acudan a revisión ginecológica de forma periódica, ya que permite la detección oportuna de este padecimiento.
En este sentido, se destacó que es posible disminuir hasta en un 30% el riesgo de padecer este tipo de cáncer con la práctica de estilos de vida saludable como: mantener el peso corporal adecuado de acuerdo con estatura y talla, actividad física cuatro veces a la semana, alimentación balanceada y evitar el consumo de tabaco y alcohol.
Por lo que se refiere a los casos de mujeres con antecedentes familiares de cáncer, es de suma importancia que consideren la conveniencia de someterse a un tratamiento denominado “salpingofoorectomía”, que se practica a partir de los 35 años con cirugía, para retirar las trompas de falopio y los ovarios, con el objetivo de evitar el desarrollo del tumor.
Respecto a aquellas mujeres sobrevivientes de cáncer de ovario requieren seguimiento médico porque existe alta probabilidad de que el tumor vuelva a aparecer, para ello, la vigilancia consiste en citas médicas periódicas cada cuatro meses los dos primeros años; cada seis meses el tercero y cuarto años, en tanto que a partir del quinto año la revisión es anual, además de la realización de estudios de imagen y laboratorio.
En este sentido, es importante mencionar que el programa Cáncer de Ovario y Endometrio (COE) del Instituto Nacional de Cancerología, está dirigido a mujeres sin seguridad social, a fin de asegurar diagnóstico y tratamiento oportunos, con lo que cada año, el INCan atiende a 500 pacientes, de las cuales 300 son de nuevo ingreso.
Mención especial se hizo de las mujeres con cáncer hereditario, a quienes por la naturaleza de su caso se les realizan estudios genéticos y se les brinda asesoría.
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