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Diabetes, la remisión no es lo mismo que curarse

Un adecuado control en los niveles de glucosa en sangre, apego al tratamiento médico, evitar el exceso de peso, practicar alguna actividad física diaria y dieta balanceada, puede ayudar a la remisión de la diabetes

CUIDA TU SALUD, EVITA LA DIABETES

Un adecuado control de los niveles de glucosa en sangre, pueden llevar al paciente a la remisión de la enfermedad, que no significa que se ha curado, porque esta condición es inucrable

Un adecuado control de los niveles de glucosa en sangre, pueden llevar al paciente a la remisión de la enfermedad, que no significa que se ha curado, porque esta condición es inucrable

A pesar de que la diabetes mellitus es una enfermedad que persiste de por vida, y su evolución es progresiva ocasionando con el tiempo una serie de complicaciones a la salud si no se maneja en forma adecuada, hoy en día se habla de que esta enfermedad puede entrar a fase de remisión.

En entrevista con Crónica, Jacqueline Alcántara, educadora en diabetes, enfatizó que hay que tener mucho cuidado con este término, ya que de ninguna manera esto significa que la diabetes se puede curar.

La educadora en diabetes, Jacqueline Alcántara, resaltó que esta enfermedad es incurable, pero sí se puede controlar a niveles normales de personas sin este padecimiento

La educadora en diabetes, Jacqueline Alcántara, resaltó que esta enfermedad es incurable, pero sí se puede controlar a niveles normales de personas sin este padecimiento

“La afirmación de que la diabetes tiene cura puede ser engañosa o malinterpretada en algunos contextos”.

Control y curación, no es lo mismo

La educadora en diabetes enfatizó que es de suma importancia que las personas que viven con diabetes mellitus tipo II, tengan presente la diferencia entre controlar la diabetes y curarla.

“Es un tema complejo que requiere orientación médica, así como el tratamiento integral de la diabetes en sí, por lo que la educación en diabetes es fundamental para no caer en mitos o malinterpretación de conceptos, como ‘reversión’, ‘resolución’, y demás términos que no son exactamente sinónimos, pues tienen otras implicaciones que pueden impactar seriamente en la salud del paciente”, aclaró.

Jacqueline Alcántara enfatizó que se puede considerar la remisión de la diabetes en un paciente, luego de un tiempo, en el que los niveles de azúcar en sangre se normalizan sin necesidad de tomar medicamentos.

“Se dice que la remisión es total si el nivel de glucemia en sangre es inferior a 100 mg/dl y la hemoglobina glucosilada está por debajo del 5.8% al menos en dos determinaciones.

Asimismo, la remisión de la diabetes es parcial si el nivel de glucemia está entre 100 y 125 mg/dl y/o la hemoglobina glucosilada entre 5.8 y 6.4%, en tanto que “la remisión es prolongada, si esta normalización de los niveles de glucosa en sangre dura más de 5 años”.

Cabe recordar que la diabetes mellitus es una enfermedad crónica y degenerativa que afecta la forma en que el cuerpo utiliza la glucosa en sangre.

En el caso de la diabetes mellitus tipo 2, que suele ser la más frecuente en la población, se origina cuando el organismo es incapaz de producir la suficiente cantidad de insulina o, cuando ocurre que las células del cuerpo no responden a la misma, lo que se conoce como resistencia a la insulina, y es necesario que el individuo comience a tomar medicamentos que le ayuden a contrarrestar esta deficiencia, y en algunos casos se hace necesario el uso de la insulina inyectada.

¿Cómo se logra la remisión de la diabetes?

Señaló que cada paciente con diabetes es particular, y pueden existir algunas implicaciones distintas para cada persona, ya que la remisión de la diabetes significa lograr niveles glucémicos saludables por medio de alimentación balanceada, actividad física y pérdida de peso, sin administrar medicamentos.

“Esto es viable para casos de diabetes tipo 2, donde aún hay existencia de insulina propia, pero su función es deficiente por cantidad o calidad. Entrar en estado de remisión no es lo mismo que estar curado, pues existe la posibilidad de que los síntomas regresen.

En este sentido, señaló que la remisión es entrar en un estado de control “sin necesidad de medicamentos”, y en donde la alimentación, el ejercicio y la pérdida de peso son clave para poder lograrlo y sobre todo mantenerse así en el tiempo.

Este control implica, además de hábitos de vida saludables, un monitoreo constante de glucosa para detectar si hay variaciones e implementar acciones enfocadas a reducir lo más posible, los factores de riesgo.

Remisión, pero en supervisión médica

La educadora en diabetes señaló que el término “remisión” implica que una persona con diabetes, que ha logrado disminuir de manera importante sus mediciones de glucosa en sangre, pero podría necesitar apoyo continuo para prevenir una recaída.

Es necesario adoptar y mantener en forma permanente cambios en el estilo de vida y un monitoreo con regularidad de su glucosa, para permitir el tratamiento si regresa el nivel alto de glucosa en sangre.

La mejor manera de mantenerse en remisión es manteniendo una alimentación balanceada, activación física, manejo de las emociones y tratamiento farmacológico, todo ello supervisado por el médico y equipo de profesionales de la salud.

“Cuando el paciente se hace responsable de su condición y participa activamente en su manejo, se logra un autocuidado efectivo que suma a esta vigilancia y favorece el pronóstico de la enfermedad.

Algunos logran la remisión, otros no

Resaltó que no existen dos casos iguales de diabetes, por lo que probablemente no todos los pacientes alcancen un estado de remisión, sin embargo, tomar medidas preventivas y de tratamiento personalizadas a cada individuo significarán una mejoría en sus niveles de glucosa que traerá consigo mayor salud y bienestar general.

Recordó que hasta el día de hoy, la aplicación de insulina sigue siendo el tratamiento óptimo de la diabetes, de cualquier tipo, por lo que es ampliamente recomendado su uso en etapas tempranas.

Si ya ha sido indicada, es preciso aplicarla bajo una técnica correcta de inyección, lo que implica uso de agujas ultra finas y cortas para que la insulina se deposite en el tejido subcutáneo (que es donde debe actuar), rotar los sitios de inyección, no reutilizar los dispositivos, entre otros aspectos.

Respecto a dejar de tomarse los medicamentos, ya sean orales o aplicación de insulina, sostuvo que solamente lo puede determinar el médico tratante en conjunto con el equipo de profesionales de la salud: si es oportuno hacerlo, cuándo es el mejor momento, de qué modo hacerlo, por lo que, resaltó, “un paciente no debe ajustar ni suspender deliberadamente su tratamiento sin vigilancia médica”.