“Desde que inició el proyecto de la Universidad del Bienestar Benito Juárez García (UBBJG) ha predominado en todas sus sedes una dictadura general coordinada por la señora Raquel Sosa, quien no admite reclamos de ningún tipo y en caso contrario, si algún profesor alza la voz se le despide, y a los alumnos se les da de baja, lo que ya ha ocurrido”, denunció en conferencia virtual junto a otros docentes que han corrido con la misma suerte la profesora Angélica María López Ramírez, quien hasta julio pasado trabajó en la sede de Escuintla, Chiapas.
Desde julio pasado cuando comenzó la ola de despidos injustificados en las 145 sedes de la UBBJ la situación no ha cesado y hasta la fecha suman más de 150 los profesores y personal académico despedidos sin explicación, y lo mismo también ya ocurrió con alumnos, uno de ellos en la sede Xochimilco y otro en Chiapas, donde se les dio de baja por expresar su inconformidad con el programa que quiere establecer la directora general.
En conferencia, los profesores Silvia Arévalo (sede Xochimilco); Alma Zatarain (sede Cosalá, Sinaloa); Jorge Cano (sede Huayacocotla, Veracruz); Angélica María López (sede Escuintla, Chiapas) y Carlos España (sede Azcapotzalco) lanzaron un llamado al gobierno federal y a las instancias responsables para atender la crisis que se vive en la Universidad del Bienestar Benito Juárez, ya que el proyecto, aunque es muy noble y busca ayudar a los jóvenes de las zonas más marginadas del país, éste se está deteriorando cada día que pasa.
AMENAZAS.
“El programa educativo es bueno, ya que busca llegar a las comunidades con más carencias, pero no se respeta la libertad de los estudiantes, a los que se quiere coartar su libertad de expresión y de reunión, se les amaga con represalias (como en toda dictadura), y a los docentes y personal académico no se les respetan sus derechos ni se les cumplen las promesas de tener un contrato, al principio de habla de un convenio con la promesa de una plaza y un contrato, lo que no ocurre, por lo que los preceptos que pregona el gobierno federal de ‘no mentir’ aquí con Raquel Sosa no aplican en ningún sentido”, expresó la profesora Angélica.
Asimismo, acusó que los docentes y coordinadores fundadores de las sedes no sólo son enviados a su suerte para ver si logran poner una primera piedra para levantar la sede del plantel, sino que se les deja en total abandono. “Si alguien tiene Covid, desde la dirección general en Pátzcuaro, Michoacán, no hacen absolutamente nada por auxiliarnos, ya que corre por nuestra cuenta si nos atendemos o no”.
En el mismo tenor se expresó el profesor Carlos España, quien abundó que la crisis que se vive en la UBBJ “a todas luces el trato a los docentes y personal en las 145 sedes es violatorio, no se respetan los derechos laborales de nadie, y por temor a las represalias la mayoría de los maestros e incluso estudiantes han guardado silencio y reprimen su solidaridad con maestros despedidos y estudiantes dados de baja, por miedo a correr el mismo destino, por lo que hacemos un llamado a las autoridades, al presidente Andrés Manuel López Obrador, a la secretaría del Trabajo, Luisa María Alcalde; al subsecretario de educación Superior, Luciano Concheiro y a la titular de la SEP, para que tomen cartas en el asunto, ya que la crisis en la UBBJ se agrava cada día que pasa”.
EXIGEN SE RINDAN CUENTAS.
Carlos España también hizo un llamado a la Sociedad Civil para exigir cuentas al gobierno federal sobre el dinero que se destina a la UBBJ y saber qué es lo que realmente se hace con el presupuesto, ya que “es fruto de los impuestos de todos y es un derecho exigir cuentas sobre cada uno de los rubros en los que se emplea ese dinero, y es que hay sedes que sólo tienen el nombre de la sede, pero físicamente no existen, como es el caso de Xochimilco, donde no hay inmueble para la universidad”.
Por su parte, la maestra Alma Zacarain, exhibió que “los despidos injustificados ya han afectado el ciclo escolar en las sedes, y es que al no haber maestros no se han podido impartir las asignaturas, por lo que ya muchos alumnos están considerando dejar la universidad por la falta de seriedad que existe y al no haber una presencia docente, a lo que se suma el modelo Caleidoscopio que quiere imponer Raquel Sosa, cuyo objetivo es tener el menor número de profesores en cada sede”.
METODO PARA SILENCIAR.
En tanto, el profesor Jorge Cano acusó que el método de la directora general de la UBBJ para silenciar a quienes alzan la voz es la represión y amagos, ya que su voz es la única que cuenta y no acepta reclamos de ningún tipo y de nadie.
“A los profesores nos quiere limitar y que nos apeguemos exclusivamente a lo que ella quiere que se diga del programa, y aunque en principio nos dice que debe haber interacción y convivencia con la comunidad y los estudiantes, después se contradice y nos reclama y nos dice que por qué nos involucramos con los habitantes de la zona al realizar alguna práctica, es absurdo y contradictorio”.
Finalmente, la profesora Silvia Arévalo destacó que “este proyecto de universidad que da oportunidad a los jóvenes de las zonas marginadas se sigue deteriorando pues priva la desorganización y falta de compromiso desde la dirección general. La figura de Raquel Sosa y su gestión al frente de la UBBJ es muy mala y no ha permitido que este proyecto avance y mejore”.
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