Intelectuales, académicos, universitarios y estudiosos del tema educativo expresaron su preocupación por las consecuencias negativas que acarreará la propuesta de nuevos Planes y Programas de Estudio (PPE) de la SEP para educación básica, misma en la que ven planteamientos ideologizados y sin diagnóstico serio de por medio.
A través de un desplegado enviado a Crónica (puede leerse en la edición impresa de este miércoles 20 de abril) los intelectuales y académicos expresan que la SEP intenta "un reordenamiento completo de la actividad educativa que se hace sin un diagnóstico claro de los problemas relevantes y sus causas profundas. Se quiere pasar de la educación moderna actual, que a decir de la Secretaría de Educación Pública en el pasado ha servido "exclusivamente a las élites empresariales y élites políticas dominantes", por lo que propone "una educación que sirva, dirigida a los grupos sociales oprimidos y que tenga como centro organizador, no al alumno, sino a la comunidad".
Entre la más de una centena de firmantes aparecen personajes como José Woldenberg, María Marván, Claudio Lomnitz, nuestro colaborador Gilberto Guevara Niebla (Subsecretario de educación en el sexenio amlista), Héctor Aguilar Camín, Jacqueline Peschard, Jean Meyer, Jorge Javier Romero. El desplegado señala que la audacia con la que pretende proceder la SEP tiene el potencial riesgo de atropellar principios constitucionales, de dejar atrás todo intento por lograr educación de calidad y, en su persecución de un idealizado concepto de "comunidad" a la que hay que servir, de atomizar el modelo educativo nacional hasta el punto en el que pierda toda solidez.
Los firmantes se declaran preocupados por el estado actual y futuro de la educación, "que es la fuerza social que puede abrir un horizonte de esperanza para que los mexicanos construyamos unidos, civilizadamente, una sociedad democrática, con estado de derecho, con justicia social, con paz, y con un medio ambiente protegido".
Los nuevos Programas de Estudio propuestos por la SEP, señalan los firmantes, implicarían la desaparición de las asignaturas; que el maestro no evalue a los alumnos con exámenes ni les ponga calificaciones, sino que los alumnos se califiquen a ellos mismos.
"Desaparecerán los grados y la escuela se organizará por fases; los maestros no están obligados a seguir estrictamente los planes de estudio oficiales, podrán libremente transformarlos para ajustarlos al contexto", se añade.
En el mismo tenor, acusan que el proceso educativo de enseñanza y aprendizaje tendrá como escenario principal no la escuela sino la “comunidad” y que el conocimiento científico perderá su posición privilegiada en el currículum, de modo que aprender matemáticas o ciencias tendrá igual valor que aprender las creencias, las tradiciones, los rituales y las fiestas de la comunidad. La educación emergerá, argumenta la SEP, del encuentro entre una esfera pública (la escuela) y otra privada (la comunidad).
Los docentes indican que con base en esta propuesta educativa de la SEP no existe antecedentes históricos ni en México ni en el extranjero de una educación comunitaria cómo la que se propone. Se asume una idea mítica de la comunidad que responde a una fantasía comunitaria más que a la realidad mexicana.
Asimismo, expresan que los documentos de la SEP están redactados en una confusa retórica incomprensible en la cual no se definen con claridad los objetivos que se persiguen.
Los estudiosos de la educación preocupados con esta propuesta educativa refieren que muchos docentes ignoran los contenidos e implicaciones de esta nueva reforma, sin embargo, muchos de ellos experimentan un sentimiento de angustia por las nuevas cargas de trabajo que este cambio inevitablemente, traerá consigo.
Asimismo, apuntan que este proyecto educativo es audaz, pero se funda en una visión sectaria e ideologizada, además de que abandona los fines nacionales de la educación y dispersa esa actividad en miles de comunidades cuyos saberes, usos y costumbres impactarán decisivamente en la formación de los alumnos.
Los inconformes destacaron finalmente que este proyecto no respeta sino atropella principios constitucionales básicos como el laicismo, la rectoría estatal de la educación, el carácter y el criterio nacional de la educación, la unidad de la nación, la disposición de promover el desarrollo continuo del proceso enseñanza y aprendizaje, el fomento del amor a la patria, el criterio que establece que la educación se base en los avances del desarrollo científico y luche contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios.
Firmantes del desplegado:
Abelardo Gómez Andrade
Adrián Acosta Silva
Adriana Castañeda Barajas
Agustín Eduardo Carrillo Suárez
Alejandra Rojas Pérez
Alfonso Bassaneti
Alicia Zúñiga Llamas
Anamari Gomíz
Antonio Azuela de la Cueva
Antonio Franco Gutiérrez
Antonio Gómez Nashiki
Arturo Balderas
Arturo Villa Flores
Asmara González Rojas
Carlos Fabián González
Carlos Flores Vargas
Carlos Garza Falla
Carlos Iván Moreno
Carlos Mancera Corcuera
Carlos Ornelas
Carlos Tello Díaz
Carlos Tello Macías
Cecilia Soto
Christian Uziel García Reyes
Claudia Ávila González
Claudio Lomnitz
Cristina Guadalupe Palomar Verea
David Pantoja Morán
Diana Rojo Morales
Diego Huizar Ruvalcaba
Diego Valadez Ríos
Dinorah Miller
Édgar Ubbelohde Rosaldo
Eduardo Backhoff Escuder
Elsa Cadena
Enrique Cárdenas Sánchez
Enrique Contreras Montiel
Érika Adriana Loyo Beristáin
Eva de Nova
Fabián Herrera León
Fabiola Macías Espinoza
Gabriel Bucio Rayas
Germán Álvarez Mendiola
Germán Gonzáles Dávila
Gilberto Guevara Niebla
Héctor Aguilar Camín
Héctor Franco
Héctor Jiménez Márquez
Hortensia Santiago
Jacqueline Peschard
Jaime Francisco Javier Ruiz Fernández
Jaime Trejo Monroy
Javier Martín Reyes
Javier Olmedo Badia
Jean Meyer
Jimena de Gortari
Jonathan Ulises Ruelas Morales
Jorge Hernández Contreras
Jorge Hernández Luna
Jorge Javier Romero
José Alfredo Flores Grimaldo
José Arturo Martínez Pardo
José de Jesús Cabrera Chavarria
José Enrique Uranga Fernández
José Francisco Barnés de Castro
José Ignacio Echeverría Ortega
José Navarro Cendejas
José Woldenberg Karakovski
Juan Carlos Fernández de Lara y Arroyo
Juan Carlos Sustay Delgado
Juan Eduardo Martínez Leyva
Juan Fidel Zorrilla
Juan Ramón Minjangos Castellanos
Juana Eugenia Silva Guerrero
Juana Teresa Huerta Huerta
Julieta Carrasco García
Laura Koestinger
Leonor Luddlov Wiechers
Lorenzo Alfredo Popoca García
Luis Emilio Giménez Cacho
Ma. del Rosario Sachi Villaseñor Arai
Marco Antonio Savín
Margarita Isabel Islas Villanueva
María Eugenia Loeza Corichi
María Eugenia Méndez
María Isabel Enciso
María Luisa Arias Moreno
María Marván Laborde
Mariano Sánchez Talanquer
Marisol Luna Rizo
Maritza Alvarado Nando
Octavio Dueñas
Pablo Guevara Cota
Paloma Mora
Pamela Rodríguez Padilla
Patricia Cisneros Hernández
Patricia Ortega Ramírez
Patricio Estévez
Raúl Trejo Delabre
Rebeca de Gortari Rabiela
Ricardo Becerra
Ricardo Rodolfo Fernández y Romero
Roberto Rodríguez Gómez
Rodolfo Max Leopolde Miller y Mandl
Rolando Cordera Campos
Romualdo López Zárate
Rosa Elena Montes de Oca
Rosa Rojas Paredes
Rosalía Buenrostro Arceo
Rosaura Cadena
Salo Grabinsky y Steider
Sebastián Guevara Cota
Silvia Andree Didou Aupetit
Soledad Loaeza Tovar
Suhey Ayala Ramírez
Teresa Gurza Orvañanos
Tomás Bustamante Álvarez
Verónica Malo
Víctor Litchtinger Waisman
Yolanda Quintero Maciel
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