Para la mayoría de las personas en México y en el mundo, es prácticamente normal sentir dolor en algún momento de la vida, lo que de ninguna manera debe considerarse como normal es vivir permanentemente con un dolor que incluso, puede ir evolucionando y volverse insoportable, resaltó la doctora María del Rocío Guillén, médico anestesióloga, algóloga paliativista.
La especialista adscrita al a Clínica del Dolor, del Instituto Nacional de Cancerología (INCan), señaló que el dolor crónico es una condición grave, si se toma en cuenta que a nivel mundial 232 millones de personas fueron sometidas a una cirugía mayor, y de ellas 185 millones reportaron dolor de intensidad moderada a mayor persistente por días o incluso hasta 12 meses después de la intervención quirúrgica.
Asimismo, indicó que algunos estudios han reportado que jóvenes menores de 35 años son propensos a tener una mayor sensación de dolor, luego de ser operados, aunque para poder catalogar un dolor como crónico, este debe ser latente al menos durante los últimos 3 meses en la vida de una persona.
Refirió que algunos de los dolores más recurrentes son en: cuello, cervicales, espalda baja, articulaciones de rodilla, codos, cadera y las muñecas, y el problema “es que la gente se acostumbra a vivir con dolor, incluso hasta por años, lo que va limitando la vida cotidiana de la persona, quien se ve sometida a un sufrimiento innecesario”.
Esta situación puede llevar al individuo a mayor estrés por complicaciones asociadas al dolor crónico, como: alteraciones en el estado de ánimo, en el sueño con insomnio o la mal calidad del sueño, es decir, que duerme, pero se despierta más cansado, e incluso pérdida de la memoria reciente.
Ante los cambios de clima propios de la temporada invernal, la especialista recomendó tener mayor cuidado en personas sensibles al frío, la lluvia, porque esto los puede condicionar a un incremento en la sensación de dolor.
“Ante el dolor crónico, lo que es verdaderamente importante, es que se ataque el origen del mismo, más que solo tratar de evitar que el paciente sienta dolor. Hay que saber qué está motivando ese dolor y a partir de ahí iniciar un tratamiento, que permita al paciente recuperar su calidad de vida”.
Es importante, resaltó que las personas sepan que de ninguna manera se puede considerar como normal, vivir con dolor, nadie debería acostumbrarse a ello, ahora menos que nunca, que ya se cuentan con diversos tratamientos.
En la presente temporada invernal, la cual se prevé pudiera intensificarse en los próximos días y semanas, muchas personas se ven afectadas, sobre todo quienes padecen enfermedades reumáticas, debido a que al disminuir la temperatura ambiente, disminuye la irrigación de la sangre en la musculatura y puede resultar un entumecimiento y aumento del dolor sobre todo en los casos crónicos, ya que el músculo tiende a contracturarse lo que reduce la elasticidad en tendones y ligamentos y genera en la articulación a una presión adicional que resulta dolorosa.
En este sentido, el doctor Ángel Juárez, presidente de la Asociación Mexicana para el Estudio y Tratamiento del Dolor (AMETD), resaltó la importancia de que las personas eviten la automedicación, ya que cada individuo debe tomar en cuenta aspectos tan importantes como que: si tiene otras complicaciones de la salud, es decir, si es diabético, hipertenso, si está consumiendo otro tipo de fármacos que pudieran ocasionar complicaciones mayores en lugar de resolver la situación.
Además, añadió, en el caso del dolor crónico, existen cierto tipo de antiinflamatorios no esteroideos, o analgésicos simples que suelen tener una mayor efectividad con un adecuada prescripción y apego al tratamiento.
En su oportunidad, Alan Barrell, director médico para Latinoamérica de Productos Farmacéuticos Chinoin resaltó que hay en el mercado una amplia línea de terapias farmacológicas para tratar y aliviar el dolor, con formulaciones seguras y eficaces y sobre todo a precio accesibles, por lo que el llamado a las personas que sufren de dolor crónico, es a que se acerquen con un profesional de la salud, su médico familiar, de cabecera, para iniciar un tratamiento adecuado, que permita poner fin a sus dolencias.
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