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“Era domingo y ganó la burocracia”: con Otis, omisiones en protocolos de protección civil…

El tema fue ignorado por Presidencia y otras instancias de la 4T, vitales en el engranaje a favor de la población, pese a la alerta de peligro para 45 municipios guerrerenses, emitida por el SIAT-CT. El grupo de expertos no se reunió; instalación de consejos y evacuaciones, arrancaron tarde

Un hombre camina entre los escombros tras el huracán María
Devastación tras el paso del huracán Otis en Guerrero Devastación tras el paso del huracán Otis en Guerrero (Especial)

(Primera parte)

A las 9 de la mañana del martes 24 de octubre, mientras el presidente, Andrés Manuel López Obrador, recordaba en su mañanera cuando era joven y subía los cerros de Palenque, “hasta arriba”, el Sistema de Alerta Temprana para Ciclones Tropicales (SIAT-CT), la herramienta más importante en el país para prevenir a la población ante amenazas ciclónicas, emitía una alerta de peligro para 258 municipios del país, entre estos Acapulco y otros 44 municipios de Guerrero, a los cuales los consideraba ya “en peligro alto”.

Faltaban 15 horas y 25 minutos para la entrada furiosa de Otis a territorio guerrerense…

Durante casi una hora más de conferencia -muchas veces alardeada por su “impacto masivo y gran número de espectadores”- AMLO hablaría de ancestros prehispánicos, tramitología aduanal, pipas, caída de inflación y aspirantes a fifís, y hasta se daría tiempo para quitarse el saco y, entre risas, aplicarse las vacuna contra la Influenza y la COVID-19, mientras era aplaudido, entre otros funcionarios, por la Secretaria de Seguridad Rosa Icela Rodríguez, jefa máxima a partir de esta administración de la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) y de la activación del Sistema Nacional en la materia (Sinaproc).

El tema de Otis fue ignorado ahí y en otras instancias del Gobierno federal, vitales en el engranaje de protección civil, pese al ya referido alertamiento previo del SIACT-CT, cuyo nivel para esos 45 municipios guerrerenses había alcanzado para esa hora el color naranja, de acuerdo al boletín oficial del Sinaproc, consultado por este diario.

Conforme al protocolo establecido desde el año 2000 -hace 23 años-, el naranja ya obliga a las autoridades a emprender acciones como “evacuación de las zonas de riesgo, puesta en operación de refugios temporales, instalación de los consejos estatales y municipales de protección civil, así como instalación en sesión permanente de las instancias de coordinación y comunicación”. Y, además,  “al reforzamiento de alertas constantes en los medios de comunicación masiva”.

Si bien había dudas sobre la categoría de Otis, para la madrugada del martes 24, todas las dependencias nacionales e internacionales, como la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) y el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Miami Florida, instituciones oficiales encargadas de establecer las especificaciones técnicas de los ciclones tropicales formados en la región donde se encuentra México, habían emitido la alerta de huracán.

De hecho, al momento de culminar la conferencia presidencial, el CNH había difundido en sus redes sociales por lo menos 10 alertas de huracán. La primera, a las 2:32 de la tarde del lunes 23 de octubre, cuando informó: “Alerta de huracán emitida para el sur de México”. Faltaban 34 horas para el arribo de Otis.

Según el artículo 27 de la Ley General de Protección Civil, el Consejo Nacional de Protección Civil, órgano de consulta y unificación de criterios en este rubro, así como de coordinación de los tres niveles de gobierno con los sectores social y privado, debe ser presidido por el presidente de la República. Sin embargo, en más de cinco años de gobierno, López Obrador jamás ha participado en alguna de las reuniones ordinarias ni extraordinarias del Consejo.

Con base en la revisión de comunicados, minutas y alertas de las instituciones involucradas en el Sistema Nacional de Protección Civil, este reportero documentó diversas omisiones en la aplicación de protocolos de protección civil. Una de las más importantes fue que la Dirección General de Protección Civil (dependiente de la Coordinación Nacional, cuya cabeza es la licenciada en historia del arte Laura Velázquez Alzúa), a cargo de Oscar Zepeda Ramos, no convocó al llamado Grupo Interinstitucional de Análisis y Coordinación para Ciclones Tropicales (GIAC-CT), conformado por especialistas en meteorología, hidrología, protección civil, riesgos por inundaciones e inestabilidad de laderas de las Secretarías de Seguridad y Protección Ciudadana, Defensa Nacional, Marina, Medio Ambiente y Comunicaciones y Transportes, así como de Conagua, Servicio Meteorológico Nacional y Comisión Federal de Electricidad (CFE), quienes deben encargarse del análisis técnico del fenómeno natural, coordinar acciones en los tres órdenes de gobierno, publicar recomendaciones a las autoridades y población, y participar en la emisión de los boletines del SIAC-CT. En estas reuniones también intervienen expertos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

Esta convocatoria está contemplada incluso en el Manual de Organización y Operación del Sistema Nacional de Protección Civil, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 13 de julio de 2018.

“No nos reunimos cuando se detectó a Otis”, fue parte del mensaje enviado a este reportero por uno de los integrantes del GIAC-CT, quien luego fue contactado de manera presencial. Forma parte de la CNPS y, en específico, de la Dirección General. La versión fue corroborada por otros miembros del Grupo, colaboradores del Departamento de Análisis de Fenómenos Hidrometeorológicos y de la Dirección de Administración de Emergencias.

“El lunes 23 se nos andaban pidiendo datos, lo que tuviéramos, pero no se dio la reunión obligada para estos casos”, dijo el primer denunciante, quien aceptó responder algunas preguntas, aunque pidió omitir su nombre por miedo a represalias.

-¿Por qué vía se les pidieron los datos?

-Andaban mandando mensajes por WhatsApp, porque ni siquiera fueron llamadas.

-¿A qué atribuye que no se dio la reunión?

-Me duele decirlo, pero el fenómeno se detectó en domingo, el día 22, y como buenos burócratas la mayoría andaba en sus cosas personales, descansando, ganó la burocracia. Si no nos convocaron en domingo, al menos el lunes a primera hora se debió hacer. Si ya no se podía presencial, por videoconferencia, como en otras ocasiones, pero no hubo nada.

En todas las reuniones se genera una minuta, con el análisis del ciclón, su trayectoria, pronóstico meteorológico y posible impacto. También se delimita el área de afectación, los peligros asociados y las recomendaciones a todo el Sistema Nacional de Protección Civil.

Crónica consultó a la Coordinación Nacional de Protección Civil, pero no hubo respuesta…

Al hacer la comparación entre las informaciones oficiales emitidas desde aquel domingo 22 de octubre por las instituciones estadounidenses y mexicanas -revisadas a detalle por este diario-, afloran distintas faltas. Sobresale, la tardanza con la cual la CNPC, el SMN y el propio SIAC-CT emitieron la alerta de huracán por primera vez, entre 13 y 16 horas después del primer aviso del CNH de EU, que lo hizo el lunes 23 a las 2:32 de la tarde: 34 horas antes del arribo de Otis.

Además del evidente retraso en la aplicación de protocolos, cuando ya habían sido emitidas todas las alertas.

Desde el lunes 23 a las 9 de la noche, más de 27 horas antes de que Otis tocara tierra, el Sistema de Alerta Temprana lanzó un alertamiento de peligro medio, identificado con el color amarillo, el cual contempla “valorar la instalación de consejos estatales y municipales de protección civil, preparar refugios y desplegar personal y recursos”.

Sin embargo, el Consejo Estatal, presidido por la gobernadora Evelyn Salgado, con la participación de la presidenta municipal de Acapulco Abelina López (ambas de Morena) y una veintena de funcionarios, se instaló casi a las 5 de la tarde del martes 24, más de 20 horas después de lo recomendado por el SIAT y más de 4 horas después de la alerta roja  de peligro máximo, emitida a la 1 de la tarde del martes 24, 11 horas con 30 minutos antes de la catástrofe.

Como ya se refirió, la alerta naranja de peligro alto fue emitida por el SIAT-CT a las 9 de la mañana del martes 24 y exigía ya, conforme al protocolo, “evacuación de las zonas de riesgo y alertamiento en los medios masivos”. Pero eso también demoró…

A las 4:29 de la tarde -siete horas y media después de lo marcado-, la CNPC anunciaba “recorridos preventivos en zonas de riesgo”. En sus videos y fotografías se podía ver a personas caminando por la playa, o debajo de sombrillas, familias en pleno retozo, niños construyendo castillos de arena y embarcaciones a la deriva.

Más allá de las 7 de la noche, a cinco horas de Otis, bomberos y personal del Sinaproc recorrían las calles con un silbato en la boca, invitando a la población a resguardarse: “mientras pasan las lluvias de este huracán se les pide de la manera más atenta cuidar a los niños y a las personas adultas”.

El perifoneo se prolongó pasadas las 10 de la noche, ya con los alertadores empapados y cabizbajos…

Lo que dice el Manual de Organización y Operación del Sistema Nacional de Protección Civil:

“En caso de un ciclón tropical que pudiese afectar a la población, la Dirección General de Protección Civil convoca al Grupo Interinstitucional de Análisis y Coordinación para Ciclones Tropicales, con el propósito de definir los niveles y zonas de alertamiento y emitir recomendaciones a la población”.

OMISIONES Y RETRASOS

  • Lunes 23, 2:32 pm: CNH de EU emite alerta de huracán; CNPC, CFE y SMN lo hacen entre 14 y 16 horas después.

  • Lunes 23, 9:00 pm: Sistema de Alerta Temprana (SIAT-CT) emite alerta de peligro medio para 45 municipios de Guerrero, la cual contempla instalación de consejos estatales y municipales de protección civil; pero estos se instalan casi a las 5 de la tarde del martes, más de 20 horas después.

  • Martes 24, 9:00 am: SIAT-CT emite alerta de peligro alto para 45 municipios de Guerrero, pero el presidente (quien según la Ley debe presidir el Consejo Nacional de Protección Civil) prefiere contar sus aventuras en los cerros de Palenque.

  • Martes 24, 9:00 am: la alerta de peligro alto considera la evacuación de la población de zonas de alto riesgo, pero esta comienza más allá de las 4 de la tarde y se extiende hasta después de las 10 de la noche, ya con el personal empapado.

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