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El Gobierno de España decidió no participar en la ceremonia de toma de posesión de Claudia Sheinbaum, tras la exclusión del rey Felipe VI de la lista de invitados.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación comunicó su postura en un documento calificando como "inaceptable" la ausencia de invitación al monarca para el evento que tendrá lugar el 1 de octubre.
En el comunicado, el Gobierno español expresó su malestar ante la decisión del equipo de transición de la presidenta electa, afirmando que "el Gobierno de España considera inaceptable la exclusión de S.M. el Rey de la invitación a la toma de posesión de la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo".
La exclusión ha llevado a España a tomar la determinación de no enviar ningún tipo de representación oficial a la investidura.
El comunicado añade que "por este motivo, el Gobierno de España ha decidido no participar en dicha toma de posesión a ningún nivel".
En La Zarzuela, residencia de la familia real española, el silencio ha sido total. Fuentes cercanas al entorno de Felipe VI han señalado que es el Gobierno quien toma las decisiones respecto a la política exterior y los viajes internacionales del monarca.
No obstante, la ausencia del Rey, quien ha asistido a unas 80 ceremonias de investidura en América Latina, marca un precedente significativo, especialmente en un país de la relevancia de México dentro de la comunidad iberoamericana.
Por su parte, el equipo de transición de Claudia Sheinbaum se ha mantenido discreto ante la situación, aunque fuentes cercanas al grupo han asegurado que todos los países con los que México mantiene relaciones diplomáticas fueron invitados a la ceremonia.
A pesar de ello, España no figura en la lista de confirmaciones que ha sido publicada.
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