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Especialistas del IMSS salvan la vida a paciente octogenario afectado por Otis

Los galenos del IMSS, salvan a don Facundo, colocándole un marcapasos, luego de que sufrió un síncope y sus latidos descendieron hasta 25 por minuto

Una imagen de un equipo médico realizando una cirugía en un quirófano.
Especialistas salvan la vida a paciente de 82 años, quien víctima del huracán Otis, sufrió un síncope y sus latidos cardiacos descendieron a 25 por minuto Especialistas salvan la vida a paciente de 82 años, quien víctima del huracán Otis, sufrió un síncope y sus latidos cardiacos descendieron a 25 por minuto (La Crónica de Hoy)

Una víctima más de los estragos ocasionados por el huracán Otis, categoría 5, que azotó las costas y el puerto de Acapulco, fue don Facundo, de 82 años, quien luego del paso del fenómeno meteorológico, sintió mareos, un evento de síncope que le provocó un golpe en la cabeza y su ritmo cardiaco llegó a 25 latidos por minuto.

Especialistas de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional (CMN) “Siglo XXI” salvaron la vida de don Facundo, al colocarle un marcapasos permanente, luego de que resultado del impacto del huracán Otis, el paciente que cuenta con ocho décadas de vida, decayó su salud y se agudizó una afectación en su corazón provocándole una frecuencia cardíaca de apenas 25 latidos por minuto, por lo que se le tuvo que colocar un marcapasos, ya que estaba propenso a sufrir un paro cardiaco.

El director de dicha unidad médica, Guillermo Saturno Chiu, recordó que resultado de la emergencia que se registró en el destino turístico por excelencia, luego del huracán, la instrucción fue atender a todos los pacientes que llegaran derivados o por sus propios medios, como fue el caso del señor Facundo, procedente del fraccionamiento Las Gaviotas, en Acapulco.

La noche que impactó el huracán, don Facundo presentó un evento de síncope, es decir, una pérdida del estado de conciencia total con recuperación espontánea; después del huracán, sus familiares, al tratar de auxiliarlo vieron que no había una forma de poderlo hacer localmente, por lo cual, a través de sus medios lo llevaron a la Ciudad de México para su atención.

Fue internado inicialmente en el Hospital General de Zona 32, e ingresado con la frecuencia cardíaca de 25 latidos por minuto, y recibió atención inmediata para después fue derivado al hospital de especialidades del Siglo XXI, en donde se determinó un trastorno de la conducción severo.

Ante ello, indicó el doctor Guillermo Saturno Chiu se le colocó un marcapasos transitorio y un par de días después un marcapasos definitivo, a fin de resolver por completo el problema que se agudizó durante el paso del huracán.

El jefe del área de Hospitalización del segundo piso del Hospital de Cardiología, Héctor Galván Oseguera, indicó que para colocar el marcapasos se hace una herida muy pequeña y dura entre 10 y 12 años en promedio, y tenemos pacientes que ya regresan para una segunda o tercera colocación, hasta cuarta colocación de su marcapasos.

Los marcapasos, dijo, en pacientes como el señor Facundo son fundamentales porque hacen que el ritmo cardíaco vuelva a ser normal, es decir, se elevó a 60 su ritmo cardiaco.

El cardiólogo clínico del Seguro Social abundó que, tras el alta médica, el paciente requiere un periodo breve de rehabilitación, y continuará el seguimiento de por vida para revisión su estado de salud y hacer un ajuste, en caso de requerirlo, que generalmente es cada seis o 12 meses.

“Don Facundo tuvo mucha suerte. Primero, sobrevivir ese fenómeno es tan impresionante, como todos vimos, y que haya contado con la solidaridad, de la ayuda de su familia y sus amigos, haberlo traído aquí, a la Ciudad de México, de forma inmediata, la atención en la clínica de zona inmediata y hacer los diagnósticos rápidos y oportunos.”

El señor Facundo recordó que el huracán impactó fuertemente y se escuchaba la lluvia golpear las paredes, así como objetos que caían; el viento impactaba en las ventanas e incluso llegó a derribar árboles y contenedores de agua. “Entre más se fue agravando sentí una impresión, una desesperación que no hallaban ni qué hacer”.

Tras el paso del ciclón y cuando pudo salir junto a su esposa Lourdes, empezó a sentir mareos, vista nublada y comenzaba a reducirse su ritmo cardiaco; incluso tuvo un desmayo que provocó que se abriera la cabeza tras impactarse con el suelo. Debido a la falta de servicio médico en la región, su hijo fue por él para trasladarlo en vehículo particular a la Ciudad de México.

El señor Facundo agradeció al personal de salud del Seguro Social por su amabilidad y el servicio brindado, lo cual le permitirá seguir con vida junto con su esposa, con quien está casado desde hace 55 años, y toda su familia.

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