Investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) llevan a cabo el estudio Calidad del agua de pozos en la zona alta del Río Lerma, Estado de México: ¿Es apta para consumo humano?, el cual contempla un análisis completo del líquido de norias o pozos cercanos para determinar si es apto para el consumo humano o bien pudiera ser utilizado en otras actividades.
Al respecto, el doctor Ricardo Beristain Cardoso, adscrito al Departamento de Recursos de la Tierra en la UAM-Unidad Lerma, explicó que se trata de una investigación interdisciplinaria cuya idea es aportar a todo lo que vaya a hacer el sector salud y gubernamental para que se establezcan nuevas políticas públicas para rescatar “ese desastre ambiental y recuperar el Río Lerma, porque al final ese cuerpo está generando contaminación en esa zona”.
Refirió que recientemente, el grupo ambientalista de “Greenpeace encontró que hay contaminantes extremadamente tóxicos y otros clasificados como posibles cancerígenos, así que poluciona tanto el aire como el agua, por lo que la solución es empezar a recuperarlo para combatir todas las enfermedades que genera”.
En este sentido, señaló que se tiene contemplado concluir dicha investigación hacia finales de año, el cual es auspiciado por el programa de Proyectos de Incidencia Social de la Coordinación General para el Fortalecimiento Académico y Vinculación de la UAM y se tengan resultados en torno al desastre ambiental que genera efectos sociales y económicos negativos.
Indicó que a últimas fechas ha habido muchas quejas de la comunidad aledaña por padecimientos o sintomatologías como dolores de cabeza, dermatitis y ha incrementado el número de casos de leucemia en niños.
Ante ello, mencionó que tal situación motivó a docentes de las divisiones de Ciencias Biológicas y de la Salud y de Ciencias Sociales y Humanidades de la Unidad, a un profesor de la sede Iztapalapa y a estudiantes a realizar dicho proyecto que busca contribuir a la atención concreta a esta problemática.
“Queremos estudiar la relación que tiene esa agua con enfermedades recurrentes en personas que la consumen, sobre todo ver si el río ha contaminado esas otras fuentes hídricas, con la finalidad de tener más claro y poder sumar más información para que cuando vayan con las autoridades a abordar el tema cuenten con más datos”.
El doctor en Biotecnología detalló que la investigación planeada para un año busca dar evidencia de que el líquido de las norias que consumen los pobladores de la zona alta del Río Lerma no es apta para consumo humano, pues contiene las descargas contaminantes plaguicidas utilizados por los agricultores, con lo que se espera tener resultados en unos ocho meses, ante la problemática y preocupación que narran los habitantes de enfermedades diarreicas, dermatológicas y últimamente leucemia.
“Cuando nos acercamos a ellos y les comentamos la necesidad de estudiar la calidad del agua, respondieron que sí les gustaría conocer las conclusiones para darle el uso en función de la calidad, porque algunos al verla cristalina, creen que es apta para su consumo, pero puede contener contaminantes tóxicos o inclusive cancerígenos que desconocen”.
Cabe mencionar que información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), refiere que cada año dos millones de niños menores de cinco años fallecen por agua contaminada, el grupo de especialistas planteó una investigación interdisciplinaria para alcanzar una sola solución que ayude a resolver esta cuestión específica.
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