En su reciente visita a Tijuana, Baja California, me temo que usted fue a enseñar la cuerda en casa del ahorcado. En esa ciudad fronteriza, usted aseveró que los mexicanos “somos la envidia de muchos países del mundo. (…) La verdad es que a todos les ha ido bien con el gobierno de López Obrador. (…) Queremos seguir construyendo la paz y la justicia” (5/08/2023).
Ay, doctora Sheinbaum, ¿ninguno de sus asesores le dijo que el primer trimestre de 2023 la incidencia delictiva en Tijuana, de por sí alta, se incrementó 10 por ciento? ¿Que 17 ciudades mexicanas están en el ranking de las 50 más inseguras del mundo?
No, doña Claudia, a muchos NO nos ha ido bien con este gobierno. No repetiré lo que en este espacio y en muchísimos otros se ha dicho sobre la debacle de los servicios de salud, el descenso de presupuesto en educación, el alza de feminicidios, la caída de los niveles de vacunación infantil, etc., etc. Pero ya que usted dice que quiere seguir construyendo la paz y la justicia en nuestro país, le tengo tres noticias.
En estos días, corrió en redes sociales un reportaje difundido por Latinus sobre la pasividad de las FFAA ante el crimen organizado. En correos hackeados a SEDENA por el grupo Guacamaya, queda claro que el Centro Nacional de Inteligencia detecta CON ANTICIPACIÓN posibles actos delincuenciales, sobre los cuales informa con toda oportunidad a las FFAA. Sin embargo, éstas no hacen nada al respecto.
Le paso otro dato: el Centro de Investigación y Docencia Económica realizó una investigación sobre el crimen organizado, la cual revela que en nuestro país operan por lo menos 150 bandas de diverso tamaño, las cuales se han adherido a los cárteles mayores de todos conocidos. No es de extrañar que la violencia y las actividades delincuenciales no disminuyan.
Usted me dirá que Latinus y el CIDE le tienen mala voluntad a la 4T, pero aquí está lo que encontró Transparencia Internacional. Esta organización preparó el reporte mundial denominado Índice de Integridad Gubernamental en Materia de Defensa 2022 (GDI por sus siglas en inglés), en el cual México está totalmente reprobado. El Índice analiza 77 indicadores, poniendo particular atención en el marco legal que rodea a las FFAA, qué tanto se respeta y qué tan efectivo es. Aquí las cifras:
El desempeño de nuestras FFAA nos coloca en la banda “E”, siendo la banda “A” la mejor o más alta. Es decir, estamos en “riesgo muy alto”, junto con países como Nigeria, Bangladesh y China. Otros países latinoamericanos están mejor: Brasil clasificó en el “C” (“riesgo medio”), mientras que Argentina y Chile están en el “D” (“riesgo alto”). Venezuela no aparece por falta de datos confiables. “México enfrenta un alto riesgo de corrupción en sus instituciones de Defensa,” dice el reporte. “La supervisión y el escrutinio externo (del gasto en Defensa) se ven muy limitados a partir de la secrecía militar.” ¿Le suena?
Otra parte del reporte indica que “Tanto el Poder Ejecutivo como la Comisión de Defensa del Legislativo han socavado el escrutinio parlamentario a la política de Defensa,” en lo relativo al presupuesto y la adquisición de armamento. Así pues, en cuanto a transparencia en el manejo de recursos, nuestro país alcanzó 0/100; así como lo lee: cero puntos de 100 posibles. Usted me dirá que son asuntos de seguridad nacional… Yo le pregunto, ¿por qué en otros países sí se puede?
Como es lógico, la falta de transparencia incrementa las posibilidades de corrupción. Los analistas del Índice encontraron que pese a que México cuenta con un detallado marco legal para la adquisiciones, las FFAA muestran “un desdén hacia el combate a la corrupción.” Dentro de la formación militar, el GDI no encontró ningún programa al respecto, como tampoco dentro de la política interna de la SEDENA.
El espacio se me acaba para abordar los otros componentes del Índice, como son recursos humanos, finanzas y operaciones; baste decirle que están igual de mal. Hay uno que sí me interesa resaltar y es el riesgo político, en el cual México reprobó: 36 puntos positivos de un máximo de 100.
Mire, doña Claudia, los estudios de Transparencia Internacional a nivel mundial indican que “la corrupción en los sectores de Defensa y Seguridad es particularmente peligrosa. Las Fuerzas Armadas son la primera línea de defensa para proteger la paz y la estabilidad de un país, por lo que la corrupción puede exacerbar los conflictos y debilitar a cualquier gobierno.”
Ahora imagínese cómo se incrementa el riesgo político y de corrupción ahora que las FFAA están a cargo de aeropuertos, puertos, aduanas, Tren Maya, Tren Transístimico, Mexicana de Aviación y lo que se le ocurra a su jefe de aquí a que acabe el sexenio.
De llegar usted a la Presidencia, ¿está dispuesta a pedir rendición de cuentas a las FFAA?
Francamente, lo dudo.
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