Mientras año con año el gobierno de la 4T anuncia condonaciones y aportaciones extraordinarias a Petróleos Mexicanos (Pemex), los pagos realizados por la paraestatal a su esquema de pensiones se han incrementado 25 por ciento tan sólo de 2018 a la fecha.
De acuerdo con los estados financieros de la institución, actualizados hasta septiembre del año pasado y consultados por Crónica, durante 2023 Pemex gastó en promedio 192 millones de pesos diarios en este rubro.
En 2018 el gasto promedio era de 155 millones de pesos cada día.
Las condiciones de jubilación en la petrolera están consideradas entre las más ventajosas de todo el sistema de pensiones en el país. Según el inciso I de la cláusula 134 del Contrato Colectivo de Trabajo 2023-2025, signado por el sindicato petrolero con el actual gobierno, la jubilación es otorgada a los trabajadores sindicalizados con 15 años o más de antigüedad al 31 de diciembre de 2015, o a los empleados de confianza cuando acrediten 25 años de servicio y 55 años de edad. El monto catorcenal se calcula con base en el 80 por ciento del promedio de salarios obtenidos durante el último año. Por cada año más, después de los 25, la pensión se incrementará 4 por ciento hasta llegar al 100 por ciento.
La mayor cantidad se destina a las llamadas “pensiones doradas” para los directores, altos mandos y líderes sindicales, algunas de las cuales rebasan el medio millón de pesos mensuales.
PASIVOS. De acuerdo con su reporte de resultados preliminares de 2023, hasta el tercer semestre de ese año, Pemex había destinado al pago de pensiones casi 52 mil millones de pesos, para los 192 millones diarios ya referidos.
El gasto total de todo el 2018 fue de 56 mil 834 millones de pesos: 155 millones diarios, conforme al estado financiero ya dictaminado de ese año.
A partir del 1 de enero de 2016, las nuevas contrataciones de trabajadores se realizan bajo un plan de pensiones llamado “contribución definida”, en el cual tanto Pemex como los empleados aportan a una cuenta individual de ahorro para el retiro; antes de esa fecha regía el sistema conocido como “beneficio definido”, basado exclusivamente en las contribuciones de la empresa.
“Pemex tienen un pasivo de pensiones bastante oneroso, no sólo para la empresa sino para todos los mexicanos. El gasto en sus pensiones es en la práctica una transferencia para ayudarle con su deuda, pero parece que nunca se sale del problema”, aseguró a este diario la especialista Alejandra Macías, del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
POST MORTEM. De acuerdo con datos obtenidos por el CIEP mediante una solicitud de transparencia, hasta 2022 Pemex tenía casi 105 mil pensionados directos, es decir, ex trabajadores aún con vida a quienes cada catorce días se les realizaba su pago respectivo. Además de 33 mil 500 jubilaciones post mortem, las cuales eran entregadas a familiares (en especial esposas e hijos) de los ya fallecidos. Un total de 138 mil 500 pagos.
En promedio, el gasto por pensionado es de alrededor de 500 mil pesos al año. En contraste, el promedio en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no supera los 200 mil pesos al año.
“Las pensiones de Pemex no son de un salario mínimo, ni de dos ni de tres, son más altas de lo normal, y las estamos pagando entre todos, con nuestros impuestos. Por eso la urgencia de reformar el sistema de reparto que incluye a estas empresas del estado, porque en el caso de las pensiones más onerosas los beneficiados jamás contribuyeron a la pensión”, señaló Macías Sánchez.
“En Pemex se pueden pensionar por antigüedad, no importa la edad, tenemos personas muy jóvenes que están recibiendo una pensión completa, y si la esperanza de vida está en 78 años, ¿cuántos años de pago son? Es algo que debemos arreglar. En todos los sistemas de pensiones el requisito mínimo debería ser 65 años o más”.
-Mucho se habla de las pensiones doradas…
-Claro que las hay, en Pemex y en otras dependencias como la Comisión Federal de Electricidad y Luz y Fuerza del Centro. Son pensiones muy altas, pueden llegar a más del 100 por ciento de un sueldo muy alto.
Según la investigadora, el gasto en pensiones “ejerce una gran presión financiera sobre la petrolera y sobre todo el presupuesto público. Para pagar sus pensiones, recibe dinero de todos los mexicanos, pero no todos los mexicanos podemos recibir el tipo de pensiones y prestaciones que reciben los trabajadores de Pemex, en especial los mandos”.
“Y el tema no sólo se limita a pensiones, también abarca, por ejemplo, servicios médicos que son mucho más extensos, los cuales incluyen hasta operaciones estéticas”.
-¿Qué hacer entonces?
-Pemex debería ser reformada, replanteada, cambiar sus objetivos, que no sea la rentabilidad, sino la autosuficiencia. Si no deja de estar endeudada, si no deja de tener tantas pérdidas, acabamos pagando todos a través de las transferencias del gobierno, o la condonación de impuestos.
BILLONES. El martes pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador emitió un decreto para exentar a Pemex del pago de cuatro meses de impuestos -enero de este año y último trimestre de 2023- correspondientes a la venta de crudo y gas.
Según el reporte financiero hasta septiembre del año pasado, el gobierno federal le ha otorgado desde 2019 apoyos por un billón 400 mil millones de pesos: 806 mil millones vía aportaciones directas, 457 mil millones por reducciones al impuesto de utilidad compartida y 138 mil millones mediante créditos fiscales.
“Son recursos mal utilizados, cuando tenemos necesidades en otros rubros como la salud -aseguró Alejandra Macías-. No estamos logrando la autosuficiencia energética prometida, continúan las pérdidas y aumentan los pasivos. El gobierno, de facto, se está haciendo cargo de las deudas, pero no cambian las cosas, no hay mayor producción”…
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